El Gobierno de Siria acuerda levantar estado de emergencia

El Gobierno sirio aprobó un proyecto de ley para levantar el estado de emergencia, una de las principales reivindicaciones de las protestas en el país, coincidiendo con una escalada de la violencia en la ciudad de Homs, donde se han registrado treinta muertos en las últimas horas, según miembros de la oposición.


El régimen advirtió que no aceptaría ninguna nueva manifestación en el país, pero justo ayer cuatro personas murieron a balazos  cuando las fuerzas de seguridad dispersaron una sentada en Homs, la tercera ciudad más grande de Siria, según indicó un militante de los derechos humanos.

La Ley de Emergencia data de   1962 y está en vigencia desde la llegada al poder del partido Baas en 1963.  El presidente sirio Bashar al Asad había prometido el sábado que sería abolida en “una semana como máximo”.
La Ley de Emergencia  reduce las libertades públicas, impone restricciones a la libertad de reunión y de desplazamiento y permite la detención de “sospechosos o personas que amenazan la seguridad”.

El Consejo de Ministros de  Bashar al Asad también aprobó proyectos de ley para abolir la Corte de Seguridad del Estado y para reglamentar el derecho a manifestar, informó la agencia oficial Sana.

Pese a esta concesión, el presidente sirio,  que llegó al poder en 2000 después de la muerte de su padre Hafez, afirmó, sin embargo, poco antes que no aceptaría ninguna nueva manifestación “bajo ninguna consigna”.
Más de un mes después del comienzo del movimiento de contestación, en la continuación de las revueltas árabes, las manifestaciones se han extendido a numerosas ciudades del país y se han hecho más radicales, pasando de una demanda de reformas a llamados a derrocar el régimen.

En Homs, la sentada había comenzado el lunes en la noche y llamaba a la salida de Asad, antes de ser dispersada “por la fuerza”, indicó una militante de los derechos humanos en Damasco, que evocó “nutridos disparos”.

En una pancarta que llevaban los manifestantes podía leerse “alauí, sunita, cristiano, kurdo = unidos” para mostrar que los militantes rechazan que su movimiento adquiera un carácter confesional.