El Gobierno argentino informó ayer la fusión de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) con su prima hermana la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aftic) en un nuevo ente único.

El anuncio lo hizo ayer el ministro de Telecomunicaciones, Óscar Aguad, en una conferencia de prensa desde la Casa Rosada. Dijo que se intervendrán los 2 organismos por 180 días y que los directorios de ambas autoridades, presididos actualmente por los kirchneristas Martín Sabbatella y Norberto Berner, respectivamente, serán removidos, mientras que los trabajadores permanecerán en sus puestos.

En el nuevo ente convergerán los mecanismos de control de los sectores audiovisual y de telecomunicaciones, que en conjunto facturan en el país 120.000 millones de pesos al año (unos $ 9. 300 millones).

La decisión de subsumir estos organismos en un nuevo ente, que se tomó mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado el martes, pero publicado ayer en el Boletín Oficial, implicaría derogar los artículos de las leyes de medios y de telecomunicaciones (llamada Argentina Digital) que crearon aquellas autoridades de aplicación. Sin embargo, Aguad dijo: “La Ley de Medios, por ahora, no se toca. Lo único que hicimos fue remover las autoridades”. Además, consideró que “cada gobierno tiene derecho a nombrar sus funcionarios”.

Al argumentar esta decisión, Aguad dijo que Sabbatella está en rebeldía por no haber renunciado cuando asumió el presidente Mauricio Macri. “Esta rebelión justifica (el decreto) porque si no estamos frente a un caos”, señaló el funcionario nacional.

El ministro anunció los nuevos interventores hasta tanto se dé la fusión del nuevo ente, que dirigiría Miguel De Godoy, exsecretario de medios porteño. La Afsca está a cargo ahora de Agustín Garzón, quien se desempeñaba como titular de la Corporación Sur y legislador porteño, mientras la Aftic quedó en manos de Mario Frigerio.

“Queremos aplicar la ley de manera objetiva, de manera imparcial y que todos tengan los mismos derechos, no pretendemos nombrar funcionarios en estos entes que perduren en el tiempo, en el período que viene de Gobierno”, aseguró Aguad.

La intervención está prevista por 180 días, aunque Aguad aseguró que van a “avanzar pronto”; sin embargo, la intención de Macri podría demorarse si Sabbatella exige un amparo en la justicia, como ya anticipó.

“Vamos a ir al Poder Judicial a pedir que ponga orden en este sentido. Que frene esta locura”, manifestó en alusión al anuncio del Gobierno, aunque indicó: “Todavía nosotros seguimos sin estar notificados y sin ver ningún papel sobre la intervención del organismo”.

“Es grave lo que está sucediendo”, afirmó Sabbatella en diálogo con radio Continental desde su oficina de la Afsca, a la vez que denunció la violencia institucional por parte del gobierno de Mauricio Macri y le recomendó al nuevo ministro de Telecomunicaciones recurrir al Parlamento “si no le gusta la Ley de Medios”.

Sabbatella recordó, además, que él cumple un mandato, que vencerá en diciembre de 2017, según lo establece la Ley de Medios. Y que la nueva norma de ministerios, que creó Macri para armar el Ministerio de Comunicaciones, contradice la Ley vigente, que fija que la Afsca es un ente descentralizado.

“Nunca hablé con Aguad. Este es un ente descentralizado y debo regirme por la ley (de Medios)”, insistió Sabbatella. Por otra parte, culpó al grupo Clarín de la embestida: “Están arrodillados frente a los intereses corporativos de Magnetto”. Desde tempranas horas, la sede de la Afsca amaneció acordonada de policías, lo que ocasionó incertidumbre y un ambiente de amenaza en sus trabajadores.

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada en 2009 para sustituir a otra sancionada durante la última dictadura militar (1976-1983), fue declarada constitucional por la Corte Suprema argentina en 2013 tras una batalla legal de cuatro años entre el grupo Clarín, el mayor dueño de medios privados de Argentina y el Ejecutivo de Cristina Fernández.

La norma fija para los medios privados de difusión nacional un máximo del 35% del mercado en cobertura de televisión de aire y 35% de abonados en televisión de cable, 10 licencias de radio, 24 por cable y una por satélite, con el fin de controlar el monopolio mediático en ese país. (I)