En medio de denuncias de crisis, falta de insumos y subejecución presupuestaria, ya son siete funcionarios del área de salud del gobierno de Mauricio Macri que dejaron sus cargos en 13 meses de gestión.

El último de ellos fue Néstor Pérez Baliño, secretario de Promoción, Programas Sanitarios y Salud Comunitaria que en la práctica actuaba como un virtual viceministro. Su salida se conoció ayer a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial en el que se le agradece al funcionario “los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo”. Pérez Baliño manejaba el 70 % del presupuesto de salud en el país austral.

La renuncia paradójicamente se formalizó después de que a principios de  mes la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) advirtiera en una carta dirigida al ministro de salud, Jorge Lemus, su “preocupación” ante la falta de provisión de drogas para la tuberculosis. Además, en las provincias del país, en la mayoría, se alzaron voces sobre faltantes de insumos para la realización de estudios de VIH-sida.

Pérez Baliño minimizó que las causas de su renuncia tengan que ver con estas denuncias y la presunta subejecución presupuestaria en el ministerio y aseguró que su partida fue por “una reestructuración en el ministerio”. Dijo que el área que manejaba se dividió en dos unidades pequeñas. “Yo quedaré en un rol de asesoría”, expuso.

Pero Pérez no fue el único funcionario que renunció en el ministerio. También dimitieron Carlos Falistocco, a cargo del programa de Lucha contra el Sida (después de que asociaciones del sector denunciaron falta de reactivos y distribución de preservativos);  Daniel Bosch, exsubsecretario de Coordinación Administrativa; Marina Kosacoff, exsubsecretaria de Prevención; Sebastián Laspiur, exdirector de Promoción de Salud y Control de Enfermedades no transmisibles; Héctor Coto, exdirector de Enfermedades

Transmisibles por Vectores; y Carla Vizzoti, exdirectora de Enfermedades Inmunoprevenibles.

El ministro Lemus denunció en diciembre que el país atraviesa una crisis sanitaria “hace 12 años” y responsabilizó de esa situación al  gobierno “kirchnerista”. “Hace 12 años que estamos en emergencia sanitaria nacional, eso es terrible, no se logró solucionarlo en muchos años”, sostuvo.

Pero la crisis en el área se agrava por una subejecución presupuestaria en distintas áreas sanitarias. Según datos del ministerio de Hacienda citados por el portal de noticias El Destape, “en 2016 el programa de lucha contra el sida ejecutó el 68,6% del presupuesto; el plan Sanidad Escolar apenas el 15,7%; el programa de prevención y control de enfermedades endémicas (dengue y zika) el 80,2%, el programa de investigación para control de enfermedades tropicales solo el 8,3% y el programa de prevención de enfermedades crónicas el 70%.

Las críticas a la gestión de Lemus se intensifican en todos los sectores. Incluso, el periodista Ricardo Roa, secretario de Redacción del diario Clarín, el grupo mediático del mismo nombre que respalda al gobierno de Macri, lanzó críticas contra el ministro en una editorial.

“En el ministerio dicen que está poco (en su despacho) y que le falta liderazgo. Pero se ganó el agradecimiento eterno del presidente cuando le sacó de la garganta un bigote postizo que se había tragado imitando a Freddy Mercury en una fiesta”, escribió Roa.

El episodio tragicómico al que se refirió Roa ocurrió en la fiesta del casamiento del presidente con Juliana Awada en 2010. Macri, por entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, imitaba al cantante del grupo Queen y tomó aire para empezar un tema con tanta mala suerte que se tragó un bigote postizo que se había puesto para personificar al artista y comenzó a ahogarse. Lemus, por entonces ministro de salud de la capital y presente en la fiesta, le practicó técnicas de socorro y le salvó la vida.

Pero “Lemus -escribió Roa- está en mesa de examen y no es nuevo”: La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia “Vidal, como vicejefa porteña, lo despidió de la ciudad en 2012”. (I)