El factor humano siempre será un riesgo en energía nuclear
El ministro de Medio Ambiente alemán, el cristianodemócrata Norbert Röttgen, subrayó este martes que el factor humano continuará siendo un elemento de riesgo en el uso de la energía atómica.
"Los errores, las negligencias e incluso la intencionalidad no son del todo descartables allá donde hay personas trabajando", declaró Röttgen con motivo del 25 aniversario del accidente nuclear de Chernóbil.
Según el ministro, "el factor humano es parte integrante del riesgo existente, por lo que debe ser incluido en la actual revaluación de las medidas de seguridad, al igual que los terremotos, las inundaciones, los cortes de electricidad y los accidentes aéreos".
Tras el accidente nuclear del 11 de marzo en la planta nipona de Fukushima, el gobierno impuso una moratoria a la ley que planteaba aplazar el apagón nuclear y concedía un plazo adicional a las centrales de entre ocho y catorce años.
A diferencia del desastre en la planta nipona de Fukushima, originado por una catástrofe natural, el accidente de Chernóbil es atribuible a una cadena de errores humanos, técnicos y de construcción, señaló Röttgen.
"Este accidente nuclear provocó un sufrimiento inconmensurable del que se verán afectados niños que incluso todavía no han nacido", lamentó.
Por otra parte, indicó que las devastadores consecuencias de la catástrofe nuclear de Fukushima son una muestra de que la política medioambiental debe ser sobre todo una política de seguridad y de responsabilidad futura.
"Si aunamos ética y competitividad económica lograremos una política energética diferente, segura, orientada al crecimiento y respetuosa con los recursos", dijo.
La víspera, varias decenas de miles de alemanes -unos 120.000 según organizaciones antinucleares-, exigieron en numerosas manifestaciones por todo el país el abandono inmediato de la energía nuclear durante las tradicionales protestas de Pascua, incidiendo en las catástrofes de Fukushima y Chernóbil.
Precisamente los nuevos desafíos medioambientales tras la catástrofe nuclear en el reactor número 4 de Chernóbil el 26 de abril de 1986 supusieron un impulso para la creación en Alemania de un ministerio específico de Medio Ambiente.