El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, con una salud inestable, sufrió dos paros cardíacos
El derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak, de 84 años, fue sometido ayer a una desfibrilación en dos ocasiones tras sufrir dos paros cardiacos, declaró una fuente médica de la prisión donde permanece detenido desde que fue condenado a cadena perpetua el 2 de junio.
"El corazón (de Mubarak) se paró dos veces. Los médicos tuvieron que recurrir a un desfibrilador. Unas veces está consciente y otras inconsciente y se niega a alimentarse", añadió la fuente que indicó que su estado de salud era "crítico e inestable".
Las autoridades indicaron también que están estudiando la posibilidad de trasladarlo de la prisión del sur de El Cairo en la que se encuentra a un hospital de la capital.
Según una fuente ministerial, Mubarak sufre desde su llegada a la prisión de Tora una depresión aguda, problemas respiratorios e hipertensión.
El ex gobernante acusó a las autoridades de quererlo matar en la cárcel, declaró su abogado Farid el Dib
El ex presidente egipcio fue condenado a cadena perpetua por la represión de la revuelta contra su régimen a principio de 2011, que dejó unos 850 muertos.