La justicia de francia toma medidas para evitar la migración. el reclutamiento es por redes sociales
El Estado Islámico usa internet para atraer a jóvenes europeos a Siria e IraK
“Este es un mensaje para todos los musulmanes que todavía viven en tierra de no creyentes de parte de sus hermanos franceses que ya desertaron. ¿Qué están esperando? Deserten ¿Cómo pueden trabajar en esta tierra de no creyentes? Aunque Allah les abrió las puertas de lo mejor: la Yihad”. Este mensaje lo transmitió Osama Al-Faranci, un soldado francés del Estado Islámico mediante un video difundido en la web.
¿Qué es el Yihad? ¿Quiénes son? ¿Por qué los jóvenes se unen a esa causa? ¿Cómo inicia el reclutamiento?Desde que empezó la guerra civil en Siria, en 2011, varios jóvenes han empezado a dejar sus países para combatir con los grupos rebeldes islamistas. El reclutamiento y la propaganda por internet es rápido.
La Yihad es un concepto del Islam que significa esfuerzo. Existen varias visiones y maneras de vivirla por los musulmanes. Puede significar una manera de mejorar, de ser más cercano al divino.
En cambio, los islamistas ven a la Yihad como una ‘guerra santa’ por extender el reino de Allah y del Corán. Definen como enemigosa los ‘no creyentes’, representados por los Chiitas (los divisores del Islam), las autoridades que ‘favorecen lo inmoral’ y los ‘occidentales’ (los invasores de sus tierras). Estos pensamientos son la justificación de actos de terrorismo.
Para llegar a su territorio, los jóvenes franceses pasan por Turquía, donde contrabandistas les ayudan a reunirse con los grupos rebeldes. O pasan por otros países (Libia, Jordania) para que la policía no los detecte fácilmente. Estos jóvenes se unen a organizaciones islamistas extremistas como las ramas de Al Qaeda en Siria llamada Frente Al-Nusra. Hoy, en su mayoría, se reivindican del Daesh, el ejército del Estado Islámico que proclamó califa a Abu Bakr al-Baghdadi en junio de 2013 en Irak. Los 2 ejércitos se oponen al régimen de Bashar Al-asad.
Este fenómeno se replica en varios países europeos, aunque establecer cifrases difícil. No se sabe exactamentecuántos se han ido. Según el periódico The Economist, un tercio de los yihadistas occidentales son de Francia, seguidos deReino Unido, Bélgica y Alemania.
Según las últimas cifras del gobierno francés, 1.400 personas se fueron hasta enero de 2015 o tienen la intención de unirse al Yihad. Hasta el momento más de 70 jóvenes murieron allá. Pero son los jóvenes del Magreb y Arabia Saudita los más reclutados.
En los campos tienen diferentes tipos de entrenamiento: físicos, de combate, de tiro, uso de armas, manejo de explosivos y más. En los campos yihadistas está presente la violencia, tienen que hacer la oración y usar bien las armas si no son castigados. Los yihadistas son de combate, custodian rehenes, mientras que las mujerescustodian a otras que permanecen retenidas, dan mantenimiento al hogary cuidan a los heridos. Muchas de ellas hacen el ‘yihad matrimonial’, es decir, se casan con los soldados.
No es reciente que jóvenes europeos salgan de sus países para combatir por la ideología islamista de la Yihad. En la década de 1980 fueron a combatir en Afganistán, pero no eran tantos como hoy en Siria e Irak. Aquí se realiza un auténtico reclutamiento de masa. Es difícil controlarlo porque se produce a través de las redes sociales. Insisten con la propaganda sobre la región, a la que consideran como cuna santa del Islam (“Bilad ach-Cham”). La vocación del EI (Estado Islámico Irak y el Levante) es la de unificar estas tierras sagradas.
Los que regresan
Las autoridades públicas tuvieron que aplicar medidas para frenar las salidas terroristas al Oriente Medio. El Ministerio del Interior francés inauguró una línea telefónica para que los padres informen si hay evidencia de que sus hijos se están radicalizando. La policía vigila mejor las redes sociales. También la legislación les faculta a arrestar a estas personas por el delito tipificado como ‘estímulo al odio racial’, ‘actividad terrorista’ y ‘asociación para delinquir con grupos terroristas’.
Una juezafrancesa designada a casos de terrorismo y que solicitó mantener su nombre en reserva, explicó a ELTELÉGRAFO: “Tenemos instrumentos importantes que han sido ampliados en la legislación y se fortaleció a la policía, pero al mismo tiempo es difícil luchar contra páginas web”.
El especialista francés del Islam, Olivier Roy, en una entrevista con medios locales, planteó que la estrategia sería dar otra imagen a los jóvenes: “Hay que dejar de satanizarlos porque para ellos es mostrarlos como héroes. Al contrario, tenemos que presentarlos como frustrados, confundidos. También se debería exponer los casos de quienes regresaron avergonzados porque tenían que despertar temprano, caminar por veintenas de kilómetros llevando carga, no podían comer como en casa. Eso no era lo soñado y a unos les dio asco esa violencia”.
Lo mismo dice la jueza: “Se debe comunicar la realidad, hay que negar el prestigio de Daesh, denunciar su publicidad mentirosa. Se debe desarrollar una contra-propaganda”.
El tema del regreso es difícil. Aunque algunos vuelven por arrepentimiento y decepción, son arrestados. La jueza señala: “Hoy Francia es firme en esto para que sepan que habrá un juicio por haber apoyado a terroristas. La cárcel no es la solución óptima, pero son arrestados para verificar si son peligrosos para el orden público o no. Ahora el debate está en que si deben ser aislados o no en las cárceles. “El riesgo es que mantenerlos juntos puede contribuir a que sigan entrenándose en esas prácticas extremistas, pero si están en contacto con el resto de detenidos sus ideas podrían propagarse”, admite la jueza.
La realidad es que en Francia hay miedo hacia las personas que regresan del Yihad, temenque preparen nuevos atentados y desconfían sobre su salud mental. Aún hay escenas que persisten en la memoria.
En 2012 Mohamed Merah mató a 7 personas; en 2014 el francés Medine Nemmouche ejecutó un atentado en Bruselas; en 2015 los hermanos Kouachi fueron los autores de la matanza en el periódico Charlie Hebdo en París. Solo uno de ellos no fue a Oriente Medio para entrenarse con los grupos islamistas, pero se identificó con ellos.
El reclutamiento
No existe un perfil preciso de losnuevos yihadistas. David Thomson hizo una investigación llamada “Los Franceses yihadistas” y entrevistó a 50 jóvenes, pero no halló rasgos comunes. La mayoría vendría de las segundas o terceras generaciones de la inmigración. “Hay que recordar que los países afectados han sido tierras de inmigración de origen magrebí y africana”, detalló. Uno de los jóvenes entrevistados por Thomson reveló que su sentimiento surgió porque está en un ambiente especial entre dos culturas, no siente sus raíces y eso le causa un malestar identitario.
Se unen con estos grupos armados y extremistas porque se sienten opuestos a la sociedad, a sus familias, a sus compromisos profesionales. Lo que quieren es ser distintos, sentirse útiles. Por eso se involucran en un proceso religioso extremoque cambia sus vidas cotidianas y monótonas.
Unirse a esos grupos sería una solución a esa crisis identitaria y social en la que viven. Anhelan darle un sentido a sus vidas, tener aventuras, reconocimiento y servir a un ideal. El proceso de radicalización engendra una auto-exclusión que provoca una ruptura social, escolar, profesional y familiar.
Unos son convertidos al Islam, pese a que provienen de familias ateas, de otras religiones o de familias musulmanas sobrias. Esta conversión les ofrece un marco de pensamiento, emocional, identitario y social más estable. La jueza francesa subraya: “El Islam extremista da un pensamiento social con muchas reglas a estos jóvenes confundidos, así están como conducidos en todos los detalles de sus vidas cotidianas”.
Se trata de jóvenes que tienen entre 15 y 25 años, tal vez más, de ambos géneros. Los nuevos candidatos al yihad tienen algo común:pertenecen a la nueva generación de las redes sociales y el internet, que se convierte en la primera plataforma de reclutamiento. También crecieron con videojuegos que resignifican los conceptos convencionales de violencia, aventura, armas y heroísmo.
En internet hay una gran cantidad de videos de reclutamiento. La propaganda de radicalización se hace por Facebook, Twitter y YouTube. Se difunden videos que explican la necesidad de unirse al combate, apoyados con cartas presuntamente escritas por sus líderes. Los que ya están combatiendo allá suben fotos en las redes. Fotos con armas, con cadáveres, con dinero.
“Estas fotos vistas por los candidatos al Yihad enseñan un mundo donde la violencia es lúdica, donde no sorprende estar con tantas armas, donde es normal tomar fotos con decapitados”,explicó Paul Mesnager, autor francés del estudio La fábrica de los nuevos martirios.
“Cuando se van no tienen ni idea de la realidad de los combates. Se convencen de lo ‘humanitario’. Hay una dimensión ‘nihilista’: la religión les convenció de que morir como mártires es la cosa más hermosa que les puede ocurrir”, declara la jueza.
Una figura utilizada para atraer a los jóvenes es la del héroe mártir, una valoración heroica de la violencia. “Una forma de culpabilización con citas al Corán para que los musulmanes franceses se sientan obligados a ir, les dicen que no deben quedarse tranquilos mientras a sus hermanos les está matando el dictador Bachar Al Asad”, insiste la jueza. (I)