El ELN dispuesto a una tregua en Colombia ante la agonía del proceso de paz
El ELN está dispuesto a pactar una nueva tregua con el gobierno de Colombia ante el punto muerto en el que cayeron los diálogos de paz en Quito, tras unos sangrientos atentados de esa guerrilla.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) "espera que el gobierno cumpla la cita de mañana miércoles 31 en Quito, para reiniciar las conversaciones y fruto de ellas, pactar un nuevo y mejor cese bilateral", dijo el jefe negociador, Pablo Beltrán, al leer un comunicado en la capital ecuatoriana.
Sin referirse directamente a los ataques contra estaciones policiales que dejaron siete policías muertos y decenas de heridos, los rebeldes afirmaron que "están respondiendo a la ofensiva militar" ordenada por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
El mandatario, que dejará el poder en agosto tras dos mandatos de cuatro años, congeló el lunes el proceso de paz, entablado hace un año, "hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones".
También dispuso que la fuerza pública actúe "con máxima determinación" contra el grupo guevarista, la última guerrilla activa de Colombia reconocida por el Ejecutivo.
Lenta agonía
Con sus posiciones, ambas partes eluden cargar con la responsabilidad de un cada vez más cercano fracaso de las negociaciones de paz para poner fin a una guerra más de medio siglo, tras la firma en noviembre de 2016 de un acuerdo entre el gobierno y las comunistas FARC, ya desarmadas y transformadas en partido político.
La decisión de Santos "es una levantada elegante de la mesa. El presidente no va a cargar con un lastre de haber sido el hombre que acabó un proceso de paz después de haber sido premio Nobel (2016) y de haber hecho la paz con las FARC", dijo a la AFP Ariel Ávila, analista de la Fundación Paz y Reconciliación.
El experto en el conflicto colombiano sostuvo que el ELN tampoco quiere asumir responsabilidad. "Nadie quiere cargar con ese lastre", agregó.
Ávila afirmó que "el proceso de paz está agonizando. Lo único que lo salva es una jugada audaz del ELN, que era por ejemplo anunciar un cese unilateral al fuego, pero hoy el ELN cierra la puerta y dice que todo va a ser bilateral, entonces esto queda congelado y muriendo poco a poco".
Analistas coinciden en la dificultad de negociar con el ELN, que cuenta con unos 1.800 combatientes, por su estructura federada que concede autonomía militar a sus frentes.
Las pláticas estaban en suspenso desde el pasado 10 de enero, un día después de que finalizara el primer cese al fuego bilateral que duró 101 días, y cuando la organización retomó sus ataques contra la fuerza pública y la infraestructura petrolera.
Ese día debía iniciar el quinto ciclo de diálogos de paz, pero desde entonces recrudeció el enfrentamiento entre las partes.
En su comunicado, el primero desde lo ocurrido el pasado fin de semana, la guerrilla asegura que sigue apostando por "bajar la intensidad del conflicto pactando un nuevo cese".
El ELN señaló al gobierno del incremento de la intensidad del conflicto durante la primera tregua, en la que las dos partes se acusaron mutuamente de incumplimientos.
La organización señaló que "el copamiento militar de zonas donde estaba el ELN durante el cese y la negativa del gobierno a considerar, que tales operaciones ofensivas violaron los acuerdos, nos obligó a retirarnos el 15 de diciembre del mecanismo de verificación" de la tregua.