La economía de Estados Unidos generó 120.000 puestos de trabajo en marzo, por debajo de lo esperado, y la tasa de desempleo se redujo una décima y quedó en 8,2%, datos que fueron celebrados por el Gobierno, pero que para los expertos no reflejan necesariamente más empleo, sino menos personas buscando trabajo.

El Departamento de Trabajo de la mayor economía del mundo informó ayer que el empleo aumentó en el sector manufacturero, los servicios de alimentación y bebidas y los servicios sanitarios, pero bajó en el comercio minorista y se mantuvo en grandes industrias como la minería, la construcción, las ventas al por mayor y el transporte, así como en el sector público.

Tras divulgarse estas cifras, el presidente Barack Obama celebró el descenso del desempleo y destacó que el sector privado haya creado 4 millones de plazas de trabajo durante los últimos dos años y más de 600.000 en lo que va de año.

No obstante, “todavía habrá altibajos en el camino y tenemos mucho más trabajo por hacer”, reconoció el mandatario durante un foro sobre economía en la Casa Blanca.

Pese a la mejora, los expertos esperaban que en marzo la economía generara más de 240.000 empleos, para que se consolidara la tendencia a el alza de los últimos meses.

“Se esperaba que marzo trajera otro buen informe sobre empleo y fracasó estrepitosamente”, señaló Nigel Gault, jefe de economistas de la consultora IHS Global en un comunicado, en el que indicó que “incluso una tasa baja de desempleo contiene malas noticias”.