Mientras continúa en aumento el descontento social hacia el gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, se conocieron los resultados de un censo popular que reveló que al menos 4.394 personas duermen a la intemperie en la ciudad de Buenos Aires.

El gobierno porteño, de signo macrista, reconoció el martes un aumento, pero sostuvo que la cifra era de 1.066 ciudadanos sin techo. En ese marco, organizaciones sociales realizaron ayer  una jornada de protesta, con la instalación de ollas populares en la ciudad y en los principales accesos a la capital federal para reclamar, entre otras cuestiones, la promulgación de la ley de emergencia alimentaria.

Desde las 07:00, la esquina de Callao y Corrientes, a pocas cuadras del Obelisco, ya presentaba un corte parcial que afectaba la circulación normal de vehículos y, pasadas las 19h00 locales, las actividades organizadas para visibilizar la crisis continuaban. El coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, explicó que “la inflación y los ajustes, las tristes cifras de la pobreza, los despidos masivos, los casos de represión y la falta de canales de diálogo para resolver los problemas de los que menos tienen llevan a la necesidad de establecer una serie de actividades para visibilizar los reclamos y que el Gobierno escuche”.

“El pedido de una ley de emergencia alimentaria tiene que ver con una situación que vivimos a diario en nuestros barrios. Queremos que se fortalezcan los comedores para poder atender y brindar una alimentación saludable para los chicos”, precisó Menéndez y agregó que “en la Provincia de Buenos Aires se paga 13 pesos (0,75 centavos de dólar) por ración a cada chico y eso hace que la alimentación sea deficiente”.

El dirigente social informó que tienen a su cargo en la provincia 1.000 comedores donde prueban alimento a diario 50.000 menores. Según sus propias mediciones, el 43% de esos niños están mal nutridos porque comen dietas sobre la base de harinas e infusiones, como té y mate cocido. “Nada de proteínas”, dijo.

Horas antes del inicio de la protesta, se supo que en el último año aumentó el 23 % la cantidad de personas que viven y duermen en las calles de la Capital Federal, el distrito más rico del país. Un total de 4.394 personas reconocieron que pasan sus días sin un techo y, de ellas, el 70 % denunció haber sido víctima de violencia policial.

Los datos surgen del Primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle realizado entre el 8 y el 14 de mayo por más de 431 voluntarios que recorrieron siete días los 46 barrios porteños para hacer este revelamiento.

Del recuento se desprende que el 23% de las personas entrevistadas no estaba en situación de calle el año anterior, un dato que, según los organizadores, está vinculado al aumento de la pobreza y la indigencia y al desmejoramiento de la situación socioeconómica de las familias. El 60% respondió que vive en la calle hace más de tres años. Entre las razones por las cuales están sin hogar, el 43% explicó que por problemas con la familia, el 39% por la situación socio económica y el 10% por el consumo de sustancias psicoactivas, entre otras causas.

El número de ciudadanos sin techo es aún mayor si se toman en cuenta a todos los que declararon que utilizan la red de alojamiento transitorio nocturno, sean paradores provistos por el Estado o sitios como hoteles y pensiones facilitados mediante convenios. En ese caso, la cifra asciende a 5.872.

El censo popular arrojó información adicional sobre estas 4.394 personas en situación de extrema vulnerabilidad. Por ejemplo, que el 86 % son adultos, mayores de 18 años y el resto, niños, niñas y adolescentes.

Solo el 12 % de los entrevistados dijeron ser extranjeros, el 26 % del interior del país y el 62 % restante habitantes del área metropolitana. Según el Censo Popular, el 93 % de las personas adultas entrevistadas alcanzó algún nivel de instrucción. El 54% completó el colegio primario, el 15% también el secundario y el 2% el nivel superior.

Solo 177 personas son analfabetas. Y en el caso de los niños y niñas, el 27% no asiste diariamente a la escuela. Además, el cuestionario permitió visualizar que la mayoría de las personas que viven en la intemperie son hombres (74%).

Los resultados del censo popular desmienten las cifras oficiales del último informe de Buenos Aires Presente (BAP) - el programa dirigido por el subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario porteño, Maximiliano Corach- que circunscribió el problema de la falta de techo a únicamente 1.066 personas.

En este marco, Macri volvió a prometer un crecimiento económico que, por ahora, no llega a la mayoría de la población. “Créanme, créanme”, pidió el presidente y afirmó que “el año que viene vamos a crecer más que este”. Con tono de campaña se refirió al contexto económico con promesas similares a las que expresaron sus funcionarios a principios de este año, cuando habían augurado crecimiento durante el segundo semestre, ya en curso. (I)