El desastre de Fukushima no frena la construcción de central nuclear flotante en Rusia
El accidente en la planta japonesa de Fukushima ha empujado a muchos países a paralizar sus programas nucleares, pero éste no es el caso de Rusia que sigue adelante con la construcción de la primera central nuclear flotante del mundo.
"La primera central nuclear flotante será segura. La tecnología que se utiliza ahora no tiene nada que ver con la que se utilizó hace 40 años en Fukushima", aseguró Serguéi Nóvikov, portavoz de la corporación estatal nuclear rusa, Rosatom.
Nóvikov explicó que la primera planta flotante, que está siendo construida en los astilleros Baltíyskiy Zavod de San Petersburgo, dispondrá de dos reactores nucleares con una potencia conjunta de 70 megavatios.
"La plataforma ya se encuentra en el agua. Mientras, los reactores, los generadores y las turbinas ya han sido trasladados a los astilleros para su ensamblaje", dijo.
Una vez instalados los dos reactores y el resto de equipos, la planta flotante será sometida a varias pruebas, tras lo que navegará hasta el puerto ártico de Murmansk donde le será suministrado el combustible.
"Si los plazos se cumplen, la planta debería ser emplazada en mayo de 2012 en la península de Kamchatka, en el lejano oriente ruso", dijo.
Por motivos de seguridad, la central será anclada en la legendaria base naval cerrada de Viliuchinsk, que acoge desde hace décadas a los submarinos nucleares, antes soviéticos y ahora rusos.
Según los expertos, la planta podrá suministrar energía eléctrica a una ciudad de un cuarto de millón de habitantes, funcionar también como desalinizadora de agua y proveedora de calefacción, y permitirá ahorrar 200.000 toneladas de carbón y 100.000 de petróleo al año.
Los expertos nucleares rusos aclararon que las centrales nucleares rusas que construirá tanto en su territorio como en el exterior (Irán, Bielorrusia, India, Turquía o China) son capaces de resistir el impacto de un terremoto de hasta 8 grados en la escala de Richter.
Varios países han mostrado ya interés en acoger esa clase de plantas, desde China a Corea del Sur, Japón, India, Brasil, Chile, Indonesia, Tailandia y Malasia.