La agenda política venezolana cierra este año con el reto de los comicios municipales en los cuales se medirán una vez más las fuerzas revolucionarias y de la oposición.

Con actos y caravanas en sus municipios, los candidatos cerraron ayer sus campañas para las elecciones municipales de este domingo, que serán custodiadas por 120.000 efectivos de fuerzas de seguridad.

Estas elecciones, en las que se escogerá a 337 alcaldes (335 municipales, uno del Distrito Metropolitano de Caracas y otro del Alto Apure) y 2.455 concejales, cierran un ciclo que incluyó una fase regional y dos presidenciales.

La reelección del comandante Hugo Chávez en octubre del pasado año marcó el inicio del proceso, el cual encontró también continuidad en la victoria socialista en 20 de las 23 gobernaciones del país.

El deceso del líder revolucionario, ocurrido el 5 de marzo último, determinó la convocatoria a elecciones presidenciales extraordinarias el 14 de abril y, con ello, el aplazamiento de las municipales.

En esa ocasión, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó el triunfo de Nicolás Maduro, con una ventaja del 1,5% sobre el opositor Henrique Capriles, derrotado también por Chávez.

Ahora la contienda del 8 de diciembre se extiende hasta la propia base, considerada por la directiva del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Gran Polo Patriótico (GPP) como una pieza esencial en el proceso de transformación social que vive el país desde 1999.

De ahí que el bloque revolucionario se ha movilizado para garantizar la afluencia a las urnas y lograr la mayor cantidad de cargos posible en esta contienda.

“No nos queda otra, tenemos que triunfar por Chávez”, afirmó el primer vicepresidente de PSUV, el diputado Diosdado Cabello, durante un acto con militantes de esa formación en el estado de Yaracuy (centro-occidente).

“No solo este 8 de diciembre, sino todos los 8 de diciembre serán manifestaciones de amor y de lealtad al comandante Chávez”, señaló el socialista en referencia a que estos comicios coinciden con la celebración del ‘Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo Hugo Chávez y a la Patria’, en el cual todos los venezolanos están llamados a exaltar el pensamiento del líder boliviano.

Mientras, en el campo de la derecha, Capriles y sus seguidores muestran un lenguaje contradictorio, al tratar de otorgarle al proceso del 8 de diciembre el carácter de una especie de plebiscito contra el gobierno de Nicolás Maduro y, al mismo tiempo, no escatiman en ataques contra el CNE, máxima autoridad comicial del país.

Legisladores de la oposición se sumaron a la descalificación generalizada de la gestión gubernamental, todo ello acompañado de una guerra económica interna que llevó a las autoridades a aplicar severas medidas de respuesta.

Los argumentos de quienes se oponen a la revolución llegan incluso a calificar la opción de una victoria de la derecha en las municipales como el equivalente a la derrota del presidente Maduro.

Sin embargo, el escenario es bien distinto, con un mandatario que consolida sus posiciones en una gestión prevista hasta 2019, apoyado en iniciativas como la denominada ‘gobierno de la eficiencia en la calle’ que favorece el contacto directo con la población.

En este contexto, Diosdado Cabello advirtió que existe la posibilidad de un intento de la derecha para desconocer los resultados electorales del 8 de diciembre.

Frente a ello aseveró: “No le vamos a permitir actos desestabilizadores”, y llamó a las fuerzas revolucionarias a defender los votos en los centros de sufragio.

Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, garantizó la seguridad y la convicción de que las votaciones se realizarán de manera armónica y que será una jornada cívica y democrática.