Tras conocerse la noticia de la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, la reacción de la ciudadanía en las calles y en las redes sociales fue de rechazo. Analistas consideran que su remoción fue producto de un forcejeo entre el sector uribista y el gobierno de Juan Manuel Santos.

Petro fue cesado ayer de su cargo e inhabilitado por 15 años por el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, quien consideró que el funcionario causó un daño a la ciudad por ordenar un cambio en el esquema de recolección de basura.

La Alcaldía de Bogotá -ciudad de más de 7 millones de habitantes- es el segundo cargo de elección popular más importante en Colombia, después de la Presidencia.

El exguerrillero izquierdista de 53 años, que debía gobernar por un período de 4 años, de 2012 a 2016, calificó la decisión como un ‘golpe de Estado’ y a través de la red social Twitter hizo un llamado a los bogotanos para que se manifiesten pacíficamente contra la medida.

“Me gustaría pedirles a todas las personas en Bogotá dos cosas: primera, es suprema tranquilidad de parte de nosotros, no puede salir ningún acto de violencia, y segunda, indudablemente debemos expresarnos”, dijo poco después a la prensa.

La Procuraduría, que tiene autoridad para imponer sanciones disciplinarias a los funcionarios públicos, investigaba a Petro por haber desprivatizado y convertido en público el servicio de recolección de basura.

En diciembre de 2012, el alcalde traspasó este servicio que prestaban empresas privadas (que lo manejaban en concesión), a la pública Empresa de Acueducto y Alcantarillado y durante tres días los desechos se acumularon en las calles de la capital.

El procurador señaló que esta acción causó detrimento al patrimonio público y se vulneraron los principios constitucionales de libre empresa y competencia.

Ayer, poco después del anuncio de la destitución, cientos de personas se concentraron en la céntrica Plaza de Bolívar para apoyar a Petro.

Los manifestantes, sobre todo trabajadores públicos y algunos simpatizantes del desaparecido movimiento guerrillero M-19 -al que perteneció Petro-, le pusieron una camiseta con el nombre del alcalde a la estatua del Libertador Simón Bolívar y gritaban: “¡Ordóñez, uribista, eres un golpista!”.

Tras esperar varias horas y cuando ya anochecía, Petro salió al balcón de la Alcaldía, coreado por sus seguidores y acompañado de su esposa y dos de sus hijos, y pronunció un discurso en el que recurrió a la figura de Carlos Pizarro, líder asesinado del M-19 cuando era candidato presidencial, y se reafirmó como “alcalde mayor de Bogotá”.

“Yo soy el alcalde mayor de Bogotá y como jefe constitucional de la Policía les ordeno dejar pasar a la gente”, dijo un Petro desafiante a los uniformados que bloqueaban los accesos a la Plaza de Bolívar. Apeló a la “resistencia” para retar al procurador, a quien tildó de “fachista”, y prometió acudir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar la destitución.

“Gobernamos con cero corrupción, desmantelamos mafias, logramos conquistas sociales, no tenemos de qué arrepentirnos”, dijo al tiempo que apeló a la prudencia: “Ellos han sido los violentos, nosotros somos la generación de la paz”.

Petro hizo énfasis en la creación de un movimiento de indignados y para ello convocó de nuevo para hoy, a las 16:00, a la multitud para seguir protestando contra la decisión.

“Debemos ser conscientes de lo que empieza hoy (ayer) en la Plaza de Bolívar, empieza una movilización popular. Este es el primer día de muchos. Hoy (ayer) nos vemos muchos y seremos más. ¿Creyeron que calculando la decisión arbitraria cercana a navidad, el pueblo no iba a salir a las calles? Cómo será la conciencia de la arbitrariedad que una vez hicieron la rueda de prensa, temerosos evacuaron la Procuraduría General de la Nación”, afirmó.

Uno de los momentos más emotivos fue la llegada al balcón de la Alcaldía de Antonio Navarro, también exguerrillero del M-19 y compañero de fórmula de Petro en las elecciones de 2011. Ambos se fundieron en un abrazo que interrumpió el discurso del alcalde por unos segundos ante los aplausos y los vítores de la multitud.

Por su parte, el concejal de Bogotá, William Moreno, quien acompañó a los colombianos como respaldo a la manifestación que exige la restitución del burgomaestre, consideró la orden de la Procuraduría como un atentado contra la democracia. “Hoy se está dando un golpe de Estado a un gobierno legítimo”, resaltó.

Petro puede solicitar un recurso de reposición, una suerte de apelación, ante el mismo procurador. También demandar el fallo en el Consejo de Estado, la máxima instancia de justicia disciplinaria en Colombia.

SANTOS RESPETA EL DERECHO A LA DEFENSA DE PETRO

El presidente Juan Manuel Santos, a través de un comunicado, dijo que respeta la decisión del procurador Alejandro Ordóñez de destituir e inhabilitar por 15 años al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

Sin embargo, la misiva aclara que también se respetará el derecho del alcalde a la defensa y a interponer los recursos necesarios, destacó el diario El Espectador.

“El Gobierno, como ha sido su costumbre y obligación, frente a cualquier decisión de los organismos de control, respeta la decisión de la Procuraduría General de la Nación, así como los recursos que a bien tenga interponer y a los que tiene derecho el señor Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro”, cita el comunicado.

Por su parte el ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, manifestó que debe revisarse la norma que faculta al titular de la Procuraduría General, para destituir a funcionarios que han sido elegidos por voto popular, informó EFE.

En Colombia, los fallos del Procurador en la práctica no tienen apelación, por eso tiene un poder extraordinario, destacó Prensa Latina.