El gobierno, los rebeldes, los kurdos y los yihadistas se reparten por pedazos el país árabe
El ABC de la guerra en Siria
La guerra de Siria comenzó en 2011 y desde entonces se ha complicado e internacionalizado con la entrada en escena de potencias occidentales y regionales, además de los grupos yihadistas.
El último país en implicarse militarmente es Turquía, que envió tropas para expulsar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de una localidad en la frontera turcosiria, y detener la progresión de las fuerzas kurdas. Pero esta es solo una arista más del conflicto. A continuación presentamos a los actores principales, sus contendores y sus intereses.
El gobierno sirio contra los rebeldes
Es el principal frente. El ejército sirio (300.000 hombres) y sus aliados combaten a un abanico de grupos rebeldes aliados a yihadistas sirios y extranjeros.
La mayor alianza antirégimen es el Ejército de la Conquista. Congrega a grupos islamistas como Ahrar al Sham o Faylaq al Sham y a yihadistas, en particular el Frente Fateh al Sham (ex-Frente Al Nusra, dirigido por Abu Mohamad al Jolani y que recientemente renunció a su unión con Al Qaeda). Esta batalla se concentra sobre el control de Alepo, la segunda ciudad del país.
El gobierno contra el EI
El régimen expulsó a fines de marzo al EI de la ciudad antigua de Palmira (centro), pero no ha podido sacar a este grupo radical sunita de Tabqa, en la provincia de Raqa (norte).
Régimen contra kurdos
La aviación siria bombardeó por primera vez a los kurdos en Hassaké (noreste) a mediados de agosto. Pese a ello, las fuerzas kurdas controlan el 90% de esta localidad, cercana a la frontera turca. Los kurdos son musulmanes y reclamaban un país propio, que incluye partes de Turquía, Siria e Irak. Hay voces dentro de ellos que defienden la autonomía al interior de estos mismos estados
Kurdos contra EI
Desde enero de 2015, los kurdos han expulsado al EI de las ciudades de Kobané y Minbej en la provincia de Alepo, de Tall Abyad en la de Raqa y de otras localidades en la provincia de Hassaké, todo esto en Siria.
Los kurdos han establecido desde 2012 una semiautonomía en el norte y el noreste de Siria, donde tienen su propia policía (Assayech).
El principal partido kurdo es el PYD (Partido de la Unión democrática), con su rama armada, las YPG (Unidades de protección del pueblo kurdo).
Las YPG controlan a las Fuerzas democráticas sirias (FDS), alianza antiyihadista creada en octubre de 2015 que incluye también a otros combatientes árabes.
EI contra rebeldes
Los rebeldes han sido los primeros en combatir al EI, pero generalmente han sido derrotados. Un puñado de grupos rebeldes, apoyados por Turquía, participaron en agosto en la operación turca para desalojar al EI de Jarablos, al norte, cerca de la frontera con Turquía. Esos son los frentes, pero ¿quiénes mueven los hilos de esta guerra?
Gobierno sirio
El ejército sirio cuenta con el apoyo de 200.000 integrantes de diversas milicias, entre ellas las Fuerzas de defensa nacional. A ello se añaden el Hezbolá chiita libanés (entre 5.000 y 8.000 hombres y los únicos que han obtenido una victoria parcial ante Israel) y combatientes iraníes, iraquíes y afganos.
Rusia lanzó una campaña aérea a fines de septiembre que permitió al régimen frenar a los rebeldes en las provincias de Alepo, Latakia (oeste), Damasco y Deraa (sur), y expulsar al EI de Palmira.
Irán, principal aliado regional del régimen sirio, envió miles de combatientes y suministra ayuda económica. Controla cerca del 35% del territorio sirio. El presidente Bashar al-Assad ha perdido la mayoría del territorio pero conserva zonas estratégicas: Damasco, Homs y Hama (centro), el litoral y una parte de Alepo.
El objetivo de Bashar al-Assad, que rehúsa dejar el poder, es “reconquistar” toda Siria.
Rebeldes
Considerados moderados, están apoyados por los occidentales, en especial Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Mientras que los rebeldes islamistas están ayudados por Turquía, Arabia Saudita y Catar.
Han perdido posiciones en Alepo, pero el Ejército de la Conquista domina en su conjunto en la provincia de Idleb (noroeste). Básicamente controlan el 12% del territorio sirio.
Su objetivo es derrocar al clan Assad, en el poder desde hace más de medio siglo. El grupo Fateh al Sham quiere un emirato islámico.
Kurdos
Los kurdos están respaldados por la coalición internacional dirigida por Washington desde 2014 en su lucha contra el EI. Son los aliados de Estados Unidos más efectivos sobre el terreno, tanto en Irak, como en Siria.
Desde 2014, los autonomistas kurdos han conquistado un amplio territorio en las provincias de Hassaké, Alepo y Raqa. Controlan las tres cuartas partes de la frontera sirioturca, en total el 18% del territorio sirio.
Los kurdos autoproclamaron en marzo una región federal y aspiran a una autonomía, como la del Kurdistán iraquí.
Yihadistas
Ningún país apoya abiertamente al EI y al Frente Fateh al Sham, grupos rivales calificados como organizaciones ‘terroristas’ por la ONU. El EI ha podido autofinanciarse gracias a su conquista de territorios ricos en petróleo, en productos agrícolas y en vestigios arqueológicos. Además, durante su avance por Irak arrebataron gran cantidad de armamento que EE.UU. dejó en el país.
Pese a sus derrotas desde 2015, el EI controla el este del país: Deir Ezzor, fronterizo con Irak, la mayor parte de la provincia de Raqa (norte), y tiene presencia en las regiones de Alepo y otras del país. En total ocupa el 35% de Siria.
Este grupo, el más temido en el mundo debido a sus atrocidades, quiere preservar su califato, proclamado a mediados de 2014 entre Siria e Irak. Estos son los beligerantes sobre el terreno, pero las potencias están también implicadas. ¿Quiénes son y qué persiguen?
Estados Unidos
Tras haber exigido la salida del poder de Assad, Washington se concentra en la lucha contra el EI apoyándose en particular en las fuerzas kurdas, lo que afecta sus relaciones con Turquía, su aliado en el seno de la OTAN.
Rusia
Moscú defiende a Assad y su permanencia en el poder. Quiere una victoria diplomática, liderando junto a Estados Unidos negociaciones entre el régimen y la oposición, de momento, estancadas. En Siria hay una estratégica base militar rusa, cuyo futuro se vería en entredicho si en el país se instala un gobierno prooccidental.
Irán
El Irán chiíta quiere jugar un papel importante en el mundo árabe, apoyándose en un arca que incluye a Siria, Irak e Hezbolá.
Turquía
Ankara, en permanente conflicto con los kurdos en su propio territorio, considera al PYD y a las YPG como ‘terroristas’ y quiere impedir que los kurdos creen una zona autónoma en Siria, a las puertas de su frontera, lo que impulsaría a los guerrilleros kurdos que combaten contra el gobierno turco. (I)