Egipto refuerza la seguridad en Sharm el Sheij
Primer ministro ruso admite posible "acto terrorista" en caída de avión en Egipto
El primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, admitió este lunes que el avión ruso que se estrelló en Egipto con 224 personas a bordo fue posiblemente víctima de un "acto terrorista".
"La posibilidad de un acto terrorista se considera por supuesto como la causa de lo que ocurrió", dijo en una entrevista para el diario estatal Rossiyskaya Gazeta publicada este lunes.
Por otra parte, Egipto reforzó hoy la seguridad en Sharm el Sheij, de donde siguen marchándose cientos de rusos y británicos, y trataba de salvar su sector turístico, golpeado por el siniestro de un avión ruso hace nueve días.
Centenares de turistas, en su mayoría rusos, acudieron por la mañana al aeropuerto para regresar a su país a bordo de aviones vacíos fletados por Moscú y Londres, indicó un responsable de la seguridad.
La seguridad fue reforzada a la entrada del aeropuerto, donde todos los vehículos estaban siendo controlados escrupulosamente, constató un periodista de la AFP. Cerca de algunas playas los policías eran más numerosos que los turistas.
"Hay cámaras por todas partes, y policías de paisano para garantizar la seguridad de los turistas en Sharm", dijo un oficial de policía a la entrada de Nama Bay, uno de los centros comerciales y de ocio más frecuentados de esta popular localidad costera, a orillas del mar Rojo.
A medida que avanzan las operaciones de repatriación, los grandes complejos hoteleros de Sharm el Sheij se estaban vaciando, nueve días después de la caída en el Sinaí egipcio de un avión de la aerolínea rusa Metrojet, en la que murieron sus 224 ocupantes.
Este lunes quedaban todavía en Sharm el Sheij y en las orillas del mar Rojo unos 70.000 turistas rusos y 15.000 británicos, según informaciones de Moscú y Londres.
Las capitales occidentales y varios expertos están convencidos de que el aparato estalló en pleno vuelo a causa de una bomba colocada a bordo. El atentado fue reivindicado rápidamente por la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que no dio ninguna prueba.
Rusia, que se ha convertido en un blanco prioritario para el EI desde que su ejercito empezó a intervenir el 30 de septiembre en Siria, parece inclinarse por la pista terrorista y ha prohibido los vuelos comerciales a todo Egipto.
El gobierno egipcio asegura, sin embargo, que todavía no puede sacarse ninguna conclusión definitiva antes de que termine la investigación, y no oculta su irritación ante las imágenes de los turistas marchándose de las playas de la región.
El ministerio del Interior anunció, por otra parte, este lunes que la policía mató a uno de los principales dirigentes del EI en El Cairo.
Ashraf Alí Alí Hasanein al Gharabli, considerado como "uno de los terroristas más peligrosos" de la rama local de la organización yihadista, murió en un tiroteo cuando la policía trataba de detenerlo en la capital.
Las autoridades lo acusaban de organizar atentados contra las fuerzas de seguridad, de haber ordenado la decapitación de un croata, Tomislav Salopek, secuestrado no lejos de El Cairo y de la muerte de un estadounidense empleado de una compañía petrolera.
Golpe para el turismo
Esta catástrofe aérea supone un revés para el turismo egipcio, ya afectado por el período de inestabilidad posterior a la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011 en una revuelta.
El año pasado Egipto sumó 10 millones de visitantes, cinco millones menos que en 2010.
La mayoría de ellos fueron a Sharm el Sheij para disfrutar de sus playas y sus hoteles de lujo, mientras que la frecuentación fue escasa en los sitios arqueológicos, alrededor de Luxor.
Según responsables del sector turístico en Moscú, una quinta parte de los turistas rusos escogen pasar sus vacaciones en el país de los faraones.
Los británicos, otra clientela de peso, podrían dejar de ir "de momento" al país árabe, apunta Derek Moore, presidente de la Asociación de Touroperadores Independientes (AITO), con 120 miembros y sede en Londres.
"Hay preocupación sobre el riesgo de un nuevo atentado contra un avión y el laxismo de la seguridad en el aeropuerto de Sharm el Sheij", explica.
"Como el resto de destinos turísticos de Egipto no iba últimamente tan bien como Sharm el Sheij, los británicos van a dejar de ir a Egipto hasta 2016", predice este profesional del sector. (I)