Abdel Fatah Al Sisi, presidente de Egipto, prometió  que el Estado responderá con “fuerza brutal” a la masacre perpetrada por terroristas armados dentro de una mezquita al norte de la península del Sinaí en Egipto, donde murieron al menos 270 personas y otras 90 más resultaron heridas.  

Se trata de la acción terrorista más sangrienta registrada en este país. Ayer, viernes, el día consagrado a la oración en el islam, los terroristas llegaron a la mezquita Rawda en varios vehículos de cuatro ruedas y tras detonar bombas afuera del lugar esperaron a que los fieles huyeran para matarlos a tiros, detalló  al diario The Washington Post, Tarek Eldewiry, de 22 años.

Las fuerzas de seguridad egipcias han luchado durante años contra un afiliado del Estado Islámico (EI) con base en la península del Sinaí que ha matado a cientos de policías y militares en una insurgencia contra el gobierno del presidente Abdel Fatah al-Sissi.

Sin embargo, el derramamiento de sangre en la mezquita de Rawda, cerca de la ciudad de Bir al-Abd, tuvo lugar en una zona de avanzada seguridad, lo que subraya la capacidad de los terroristas de atacar el corazón de las zonas protegidas por el Gobierno egipcio.

En el pasado, los ataques islamitas se han dirigido contra las iglesias cristianas coptas, pero los ataques contra las mezquitas han sido raros. Muchas facciones militantes musulmanas sunitas consideran que el sufismo, una rama mística del Islam, es herético.

El terrorismo en Egipto

La insurgencia de Egipto cobró impulso luego de un golpe militar en 2013 que derrocó a Mohamed Morsi, el primer presidente electo democráticamente de Egipto y líder de la Hermandad Musulmana Islámica.

Según datos compilados por el Instituto Tahrir para la Política de Medio Oriente, los militantes han montado repetidamente ataques complejos a gran escala contra el personal de seguridad. Desde julio de 2013, al menos 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en ataques en el Sinaí.

De acuerdo con The Post, el afiliado del Estado Islámico en Egipto, llamado Wilayat Sinai, había reclamado previamente la responsabilidad del derribo de un avión ruso sobre Sinaí en octubre de 2015 que mató a las 224 personas a bordo.

Los militantes también han atacado cada vez más a la minoría cristiana copta de Egipto, así como a los musulmanes sufíes, considerados herejes por el Estado Islámico. (I)

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¿Quiénes son los atacantes de la mezquita?

El gobierno de Abdul Fattah al Sisi, que decretó tres días de duelo nacional, sostiene reuniones de emergencia para determinar qué medidas tomar y encontrar a los responsables.

Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, ningún grupo asumía la autoría del atentado y las fuerzas de seguridad seguían buscando a los atacantes en los alrededores de la mezquita.

De acuerdo al portal alemán DW, una fuente de seguridad indicó que la mezquita de Al Rawdah era un objetivo fácil por hallarse fuera de las principales ciudades de la zona. Además, señaló que fue atacada por su relación con el sufismo, una vertiente del islam muy mística. El Estado Islámico considera como infieles a los sufíes y en 2016 publicó imágenes que mostraban supuestamente la ejecución de un clérigo sufí de 100 años acusado de brujería.

Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), condenó el ataque como un acto de “barbarie”, mientras la primera ministra británica, Theresa May, lo describió como un acto “malvado y cobarde”.
Turquía, Italia y Kuwait también expresaron su condena.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien está de vacaciones en Florida por el fin de semana largo de Acción de Gracias, lamentó en su tuit el “horrible y cobarde ataque terrorista contra fieles inocentes e indefensos en Egipto”.

“El mundo no puede tolerar el terrorismo, debemos derrotarlos militarmente y desacreditar la ideología extremista que forma las bases de su existencia”, sentenció el mandatario. (I)

Los cuerpos de los fieles abatidos yacen en la mezquita de Al Arish (Egipto) tras el atentado con bomba de un grupo filial a los yihadistas. Foto: AFP