Egipto insta a la ONU a intervenir en Libia
Egipto dio este martes un paso al frente para pedir a la ONU una intervención internacional en Libia, un día después de sus ataques aéreos contra las posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el país vecino.
Todavía se desconoce el balance de los bombardeos egipcios en Libia, un país presa del caos y dividido en diferentes bastiones de las milicias, algunas yihadistas.
Francia e Italia también reclaman una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar "nuevas medidas" en Libia.
Roma está preparada para comprometerse militarmente, pero solo lo hará en el marco de la ONU y dentro de una operación para mantener la paz, recordó el lunes el jefe de gobierno italiano Mateo Renzi, y pidió a Egipto que no ceda "a la histeria y a una reacción irracional".
Al presidente Abdel Fatah al Sisi le bastaron unas horas para enviar a la aviación egipcia contra la filial libia del EI, que acababa de reivindicar en un vídeo la decapitación de 21 cristianos coptos egipcios.
"No hemos tenido elección", afirmó Sisi al ser preguntado por la radio francesa Europe 1 sobre su voluntad de pedir al Consejo de Seguridad que adopte una resolución para la intervención militar de una coalición internacional.
"Lo que está pasando en Libia va a convertir al país en un territorio que amenazará al conjunto de la región, no únicamente a Egipto sino también a la cuenca mediterránea y a Europa", agregó el presidente egipcio.
El mariscal retirado se ha alzado en contra del terrorismo desde que empezó a dirigir el país árabe más poblado -y el más potente militarmente- con mano de hierro tras haber destituido en 2013 a su predecesor, Mohamed Mursi.
Rama del EI en el Sinaí
"Hace falta tratar este problema porque la misión de nuestros amigos europeos no ha culminado con éxito", dijo refiriéndose a la intervención que acabó con el régimen de Muamar Gadafi en 2011. "Hemos abandonado al pueblo libio, prisionero de milicias extremistas", añadió.
Ninguna información se ha filtrado sobre el balance de la ofensiva egipcia ni sobre su eventual continuación.
El Gobierno y el Ejército egipcios rechazaron hablar sobre este tema después de que finalizara la intervención aérea del pasado lunes.
"¿Estaría dispuesto a bombardear de nuevo?", preguntó el periodista de Europe 1 a Sisi. "Necesitamos hacerlo, pero juntos", contestó, según las traducciones hechas por la radio.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Chukri, está en Nueva York para solicitar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, declaró su portavoz, Badr Abdelaty.
La jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini se reunirá por su parte con las autoridades egipcias y estadounidenses esta semana para tratar sobre una posible acción común en Libia, sin plantear de momento ningún papel militar por parte de la UE.
Las decapitaciones de los 21 coptos reivindicadas el domingo por la noche por la rama libia del Estado Islámico son una muestra de que la organización yihadista ha exportado sus métodos brutales fuera de las regiones que controla en Siria e Irak, donde ha multiplicado sus atrocidades.
Egipto, vecino de Libia, está bajo presión. Su Ejército está combatiendo en el Sinaí, en el este del país, la insurrección del grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis, quien juró fidelidad al EI en noviembre. Este grupo reivindicó el 10 de febrero en un vídeo la decapitación de ocho hombres acusados de espiar en beneficio de los militares y de Israel.
Ansar ha cometido numerosos atentados mortales contra las fuerzas de seguridad egipcias, reaccionando con represalias por la represión contra los islamistas.
Desde la caída de Mursi, policías y soldados han matado a más de 1.400 de sus guerrilleros en manifestaciones y han encarcelado a más de 15.000 simpatizantes de Ansar. Cientos de ellos han sido condenados a muerte en juicios expeditivos masivos.