Egipcios deciden si avalan Constitución
Egipto vota hoy y mañana una nueva Constitución que, salvo sorpresa mayúscula, será aprobada con holgura, por lo que toda la atención se centra en el número de egipcios que acudirá a las urnas a refrendar la nueva Carta Magna.
Más de 52,7 millones de egipcios están llamados a sufragar desde las 09:00 hora local (07:00 GMT) hasta las 21:00 (19:00 GMT) de hoy y mañana en 30.337 colegios electorales, cuyo control, desde ayer, está en manos de las Fuerzas Armadas.
Los llamamientos al “no” son tan tenues, y han sido convenientemente apagados por las autoridades, que, a menos que los Hermanos Musulmanes y sus aliados islamitas den un giro inesperado a su convocatoria al boicot, los detractores de la nueva Constitución optarán por quedarse en casa. Por lo que el referéndum es interpretado en clave de participación, y en eso han puesto sus mayores esfuerzos el Gobierno interino y los medios de comunicación.
Por el momento las cifras de egipcios en el extranjero que han ejercido su derecho no permiten a las autoridades ser optimistas, ya que solo 103.000 de los 700.000 registrados han votado, un 15%.
El objetivo oficial es superar la pobre participación del 33% que acudió a votar hace un año la Carta Magna elaborada por los islamitas, y que salió adelante tras un intenso debate público y la férrea oposición de grandes sectores de la población. Sin embargo, en esta ocasión, la Constitución parece la gran olvidada en su propia fiesta.
Según una encuesta difundida ayer por el centro demoscópico Basira, solo el 5% afirma que ha leído el texto completo, un 36% dice que en “partes” y el 59% reconoce que no lo ha mirado.
Las autoridades han abordado el sufragio como la puntilla democrática al régimen islamita, tras el derrocamiento del expresidente Mohamed Mursi, y piden que los egipcios depositen su papeleta como una forma de apostar por el nuevo gobierno tutelado por el Ejército.
Más de 17.000 observadores nacionales y extranjeros supervisarán la convocatoria, si bien la presencia internacional es reducida y los grandes organismos han declinado enviar misiones amplias.
El mayor temor ante la jornada electoral radica en la posibilidad de nuevos atentados terroristas, como los que han sacudido el país en los últimos meses, por lo que se han desplegado más de 160.000 militares.
Ayer se observaba en cualquier arteria de El Cairo columnas de blindados militares en dirección a algún centro electoral o estaban desplegados entorno a los edificios oficiales. Especial atención brindarán las fuerzas de seguridad y el Ejército a los pasos fronterizos, tanto terrestres como marítimos, para evitar la posible infiltración de elementos terroristas.
La ausencia de una campaña por el “no” ha dejado en manos de los partidarios del boicot el estandarte del rechazo a la nueva Ley Fundamental.
El único partido relevante que públicamente reclamaba votar en contra, el islamita moderado Egipto Fuerte, instará finalmente a sus seguidores a no votar, después de que siete de sus miembros fueran detenidos. “No estamos de acuerdo con las decisiones que se han tomado a lo largo de este proceso, por eso decidimos retirarnos, rechazamos totalmente la organización de este referéndum”, explicó el portavoz del partido, Mohamed Ozman.