El Gobierno de EE.UU. consideró hoy "apropiada" la decisión de Turquía de abrir la puerta al envío de tropas a Siria en respuesta a la muerte de cinco civiles el miércoles a causa de la caída de obuses de artillería siria en un pueblo turco.

"Desde nuestro punto de vista, la respuesta de Turquía es apropiada. Ha sido diseñada para fortalecer el efecto disuasorio, de modo que este tipo de cosas no vuelvan a ocurrir, y es proporcional", sostuvo en una rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

La "esperanza" de Estados Unidos es que "no haya más violaciones a la soberanía de Turquía", subrayó la portavoz.

Según Nuland, la intención de Turquía y de sus aliados en la OTAN, que también han condenado con dureza la caída de los obuses en territorio turco, es enviar "un mensaje muy fuerte" para "disuadir" a Siria de futuras agresiones.

Turquía ha respondido a la caída de esos obuses con bombardeos contra un puesto militar sirio situado junto a la frontera.

Además, el Parlamento de Turquía autorizó hoy al Gobierno a enviar tropas a Siria durante el plazo de un año.

No obstante, Turquía no tiene intención de entrar en guerra con Siria, según aseguró hoy su primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, quien rechazó que sea un "accidente" la caída de obuses sirios en su país.

"Nosotros no tenemos ninguna razón para cuestionar las afirmaciones de los militares y del Gobierno turco acerca de que artillería lanzada por las fuerzas del régimen sirio", indicó hoy Nuland en la rueda de prensa.

Miembros del Gobierno turco aseguraron hoy que Siria ha pedido disculpas por este suceso y que ha dicho que un accidente así no se volverá a producir.

"Vemos a Turquía como un amigo cercano y aliado en la OTAN. Continuamos en estrechas consultas con los turcos sobre la inaceptable agresión que vimos desde Siria", dijo por su parte el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, a los periodistas que viajaron hoy en el Air Force One. EFE