La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos anunció ayer el comienzo de las obras para reemplazar una valla de 32 kilómetros cerca del cruce fronterizo de Santa Teresa, en el estado de Nuevo México y en el límite con México.

La nueva valla tendrá una altura de entre cinco metros y medio y nueve metros, informó en rueda de prensa Aaron A. Hull, jefe de la Patrulla Fronteriza en El Paso (Texas).

En un comunicado la Patrulla Fronteriza detalló que la empresa Construction of Bozeman, del estado de Montana, se encargará de llevar a cabo la obra que tendrá un costo de $ 73,3 millones y durará 390 días. El contrato incluye la eliminación de una barrera para vehículos, así como mejoras en la calzada y los sistemas de desagüe.

La obra tendrá lugar al oeste del cruce fronterizo de Santa Teresa, que se encuentra a 68 kilómetros al sur de la segunda ciudad más grande de Nuevo México, Las Cruces, y a unos 24 kilómetros del centro histórico de El Paso (Texas).

Tras la orden del presidente Donald Trump de reforzar la custodia de las zonas limítrofes con militares, ayer las autoridades notificaron que Arizona desplegó los primeros 225 efectivos de la Guardia Nacional para custodiar la frontera. Este es el segundo Estado en reforzar la frontera, el primero fue Texas el pasado viernes.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, firmó una orden la semana pasada para que “hasta 4.000 efectivos de la Guardia Nacional apoyen al DHS (Departamento de Seguridad Nacional) en su misión de asegurar la frontera sur, bajo el comando y control de sus respectivos gobernadores hasta el 30 de septiembre de 2018”, según un memorando.

La decisión acentuó las tensiones con México, al tiempo que generó preguntas sobre costos y financiamiento de esta misión.

Un despliegue de 4.000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera representaría un contingente mayor que el que Estados Unidos mantiene en Siria, y equivalente a la mitad de las tropas que continúan en Irak. (I)