Estados Unidos promete “justicia” por los ataques en Libia
Bengasi/ Washington.-
El presidente Barack Obama prometió ayer que “se hará justicia” por la muerte del embajador en Libia, Christopher Stevens, y de otros tres norteamericanos, durante un asalto al consulado de Estados Unidos en Bengasi, realizado por hombres armados que protestaban contra una película que consideran ofensiva para el islam.
El mandatario ordenó elevar las medidas de seguridad en todas las embajadas del mundo y envió un contingente de más de 50 marines especializados en lucha antiterrorista y aviones no tripulados (drones) a Libia, donde el Parlamento pidió “perdón” al gobierno estadounidense por el ataque que desató la condena mundial y que recrudeció el peligro de una deriva radical de la primavera árabe.
Esta decisión intenta aclarar si grupos organizados están detrás de un ataque que parece haber sido planificado, según informaron fuentes del gobierno a la CNN. “Trabajaremos con el Gobierno libio para poner ante la justicia a los asesinos que atacaron a nuestros diplomáticos”. “Que nadie se equivoque, se hará justicia”, declaró el presidente en una comparecencia en la Casa Blanca junto a la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El ataque contra la representación diplomática se produjo en una manifestación convocada para protestar contra una filmación traducida al árabe y subida a YouTube en la que, según algunos musulmanes, se humilla al profeta Mahoma.
El video amateur, realizado por Sam Bacile, quien se identificó como judío israelí-estadounidense, residente en California, y que se encuentra escondido por temor a represalias, originó también una protesta el martes contra la embajada de Estados Unidos en El Cairo, Egipto.
La película “La inocencia de los musulmanes” fue realizada con actores estadounidenses y caricaturiza al profeta Mahoma como un mujeriego corruptor de menores y gánster codicioso y sangriento, y retrata a los musulmanes como gente ignorante e inmoral, según el diario The Wall Street Journal.
El ataque contra la representación diplomática se produjo cuando manifestantes arrancaron la bandera estadounidense, lanzaron granadas y prendieron fuego al consulado, lo que motivó enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados.
La muerte del embajador y de los otros funcionarios se habría debido a una asfixia por inhalación de monóxido de carbono, mientras otros cinco norteamericanos resultaron heridos con armas de fuego, según una fuente de seguridad.
Stevens apoyó revueltas
El embajador estadounidense, Christopher Stevens, había apoyado la revuelta en Libia para derrocar a Muamar Gadafi. El funcionario había servido como enviado ante los rebeldes libios desde las primeras semanas de la revuelta en febrero de 2011, durante la cual los aviones de la OTAN ayudaron a los rebeldes a derrocar al régimen de cuatro décadas de Gadafi y colaboraron eventualmente en su captura y muerte.
“Me emocioné al ver al pueblo libio levantarse y reclamar sus derechos”, decía el diplomático en la introducción de un video divulgado por el departamento de Estado después de que fuera designado como embajador en mayo de 2012.
“Ahora estoy emocionado por volver a Libia y continuar con el trabajo que hemos comenzado, construyendo una sólida relación entre Estados Unidos y Libia y ayudar, al pueblo libio, a alcanzar sus objetivos”, añadía.
Condena unánime contra el atentado
La comunidad internacional repudió ayer los ataques perpetrados contra recintos diplomáticos estadounidenses en Egipto y Libia. El gobierno ecuatoriano expresó su “condolencia al pueblo estadounidense” y “rechaza cualquier tipo de circunstancia que ponga en peligro la vida humana”, señaló un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo “no hay razones ni religiosas, ni políticas, ni de ninguna índole que validen acciones de tanta brutalidad”.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó “en los términos más enérgicos el ataque” y recordó que las autoridades libias deben proteger las delegaciones diplomáticas situadas en su país.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, indicó que el Gobierno libio está en la obligación de “tomar sin retraso todas las medidas necesarias para proteger las vidas de todos los extranjeros que trabajan en Libia”.
El Vaticano clamó por el “respeto profundo por las creencias, los textos, los grandes personajes y los símbolos de las diferentes religiones”, ya que es una indiscutible “premisa esencial de la convivencia pacífica de los pueblos”.