La reunificación de los padres con sus hijos inmigrantes es un laberinto
Cada una de las madres tiene un recuerdo diferente del momento en que se separó de su hijo en la frontera estadounidense. Algunas madres estaban fuera de una estación de la Patrulla Fronteriza al norte del Río Grande, poco después de ser detenidas.
Otras dicen que fue luego de un interrogatorio de los federales en una oficina muy fría, describe Kevin Sieff en su columna en The Washington Post.
Jodi Goodwin, abogada en Harlingen, Texas, escuchó más de dos docenas de variaciones de historias de madres centroamericanas que fueron detenidas durante días o semanas sin sus hijos. Hasta el momento ninguna ha localizado a sus descendientes.
“Es solo un laberinto total”, detalló Goodwin.
Aunque esta semana la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, detuvo su política “tolerancia cero”, que separó a los niños de los padres que están detenidos por ingresar ilegalmente, su gobierno hace poco para ayudar con las reunificaciones familiares.
En abril pasado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla en inglés) de EE.UU., encargado de la atención de menores de edad migrantes que llegan solos al país, reconoció ante el Congreso que la agencia perdió el rastro de 1.475 niños y adolescentes.
El número se refiere solamente a la cantidad de menores que la agencia no logró localizar entre los 7.635 que ingresaron a hogares de diferentes familias que se hicieron responsables de ellos en el último trimestre de 2017.
De 300 casos resuelven dos
Una organización de asistencia legal, el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, que representa a más de 300 padres, solo pudo rastrear a dos menores de edad.
“El gobierno no pensaba en absoluto cómo iban a volver a unir a estas familias o decidieron que simplemente no les importaba”, enfatizó Natalia Cornelio, miembro de la organización.
Aunque los funcionarios del gobierno alegan que a los padres les dan un volante con un número gratuito para la Oficina de Reubicación de Refugiados, ninguno de sus clientes recibió uno. Los abogados sostienen que cuando llaman a menudo nadie responde y cuando lo hacen no dan solución.
“Esperas y esperas que no haya información”, sentenció Jerry Wesevich, abogado de Texas Rio Grande Legal Aid, que demanda al gobierno por las separaciones familiares.
Los abogados están preocupados por los bebés, o niños que hablan lenguas indígenas, que no dan a los funcionarios el nombre completo de sus padres por sus limitaciones de pronunciación.
La cifra global de los menores que se encuentran alejados de sus padres desde 2017 es de 11.700. De ellos 10.000 constan que llegaron sin compañía de sus padres.
La Cámara de Representantes del Congreso estadounidense este 22 de junio postergó para la semana próxima la votación crucial sobre reforma migratoria. (I)