El Gobierno de EE.UU. consideró  que los resultados del referéndum en las Malvinas muestran "claramente" la voluntad de los isleños de seguir ligados al Reino Unido, pero reiteró su posición de neutralidad respecto a la soberanía de esas islas.

"Tomamos nota de los resultados del reciente referéndum democrático en las islas, donde los residentes votaron a favor de mantener el estatus político actual de las islas como un territorio británico de ultramar", explicó la portavoz del Departamento de Estado Victoria Nuland en su rueda de prensa diaria.

"Dicho esto, es evidente que hay que reconocer que existen demandas encontradas. Nuestra posición oficial no ha cambiado. Reconocemos la administración de facto del Reino Unido de las islas, pero no tomamos ninguna posición sobre reclamos de soberanía", subrayó la portavoz.

El 99,8 % de los votantes dijo "sí" a continuar como territorio dependiente del Reino Unido y solo 3 votos fueron para el "no" en el referendo celebrado los días 10 y 11 de marzo en el archipiélago del Atlántico sur.

Los legisladores de las islas dejaron claro en una declaración ante la prensa que no quieren "ser gobernados por Buenos Aires" y pidieron a Argentina que respete su decisión.

El referendo fue convocado por el Gobierno local el año pasado en respuesta al reclamo argentino sobre la soberanía de las islas.

La votación ha contado con la supervisión de 10 observadores independientes, que debieron verificar que el proceso electoral fuera justo y transparente, sin ninguna interferencia externa.

El Gobierno argentino, cuya relación con el Reino Unido atraviesa por un momento muy bajo, ha dejado claro que no aceptará este referendo, que considera ilegal.

El Reino Unido ejerce soberanía sobre las Malvinas (Falklands, para los británicos) desde 1833 y en 1982, a raíz del desembarco de tropas argentinas en las islas se enfrentó en una guerra con Argentina, que concluyó con la rendición del país suramericano y casi un millar de muertos.