EE.UU. no negocia salida de Cuba de lista de terrorismo
Estados Unidos rechazó negociar con Cuba la posible salida del país caribeño de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, en la segunda ronda de negociaciones para reanudar las relaciones bilaterales que se realizó el viernes pasado en Washington, en la que la directora de la sección para Estados Unidos en el Ministerio de Exteriores y líder de la delegación cubana, Josefina Vidal, insistió en la necesidad de que se dé prioridad a ese asunto.
“La designación como estado patrocinador de terrorismo es un proceso separado. No es una negociación”, afirmó el secretario de Estado, John Kerry y explicó que es una evaluación que se realiza bajo una serie de criterios muy estrictos por mandato del Congreso.
“Estas son negociaciones normales relacionadas con el movimiento de diplomáticos, acceso, viajes, cosas diferentes, un proceso muy técnico”, dijo Kerry al referirse a los diálogos entre ambos países, cuya primera ronda se realizó el 21 y 22 de enero pasado.
Cuba integra, desde 1982, la lista de Estados patrocinadores del terrorismo que elabora anualmente el Departamento de Estado, lo que supone la imposición de sanciones como la prohibición de la venta y exportación de armas, prohibición de ayuda económica y restricciones a las transacciones financieras entre ciudadanos.
Entre los criterios para sacar a un país de dicha lista están que en 6 meses previos a la última evaluación la nación en cuestión no haya apoyado, ayudado o sido cómplice de actos internacionales de terrorismo.
Washington revisa actualmente si la clasificación de Cuba está caduca, pero no se ha tomado una decisión final. Permanecer en esa condición imposibilita a La Habana hacer operaciones bancarias y negocios básicos en EE.UU. que serían necesarios para contar con una embajada.
Durante una conferencia de prensa al concluir la reunión en el Departamento de Estado, Vidal destacó la necesidad de crear un contexto apropiado para la reanudación de relaciones retirando a Cuba de dicho listado. Si bien aseguró que la isla en ningún momento colocó su remoción de la lista de patrocinadores del terrorismo como precondición para avanzar en los entendimientos, recalcó que el tema es una prioridad para nuestro país y una cuestión de justicia que debe ser resuelto para que las conversaciones sigan avanzando.
Durante esta ronda de negociaciones Estados Unidos y Cuba reportaron progresos, y aunque no se lograron acuerdos definitivos Washington expresó su esperanza de que sus respectivas embajadas sean reabiertas antes de la Cumbre de las Américas, prevista para el 10 y 11 de abril.
En la rueda de prensa, Roberta Jacobson, principal diplomática estadounidense para América Latina, informó que algunos temas de discusión están cerca de resolverse. Otros deben consultarlos con sus superiores y algunos requieren de más discusión.
Estados Unidos quiere garantías sobre la eliminación de restricciones para que sus diplomáticos viajen, reciban o envíen correspondencia, así como del acceso de cubanos a la misión estadunidense.
Jacobson manifestó que aún es posible restablecer las relaciones y abrir embajadas antes de que Panamá albergue la Cumbre de las Américas. Los 2 países rompieron nexos en 1961, pero desde 1977 mantienen oficinas de Interés en las 2 capitales, bajo protección de las embajadas de Suiza. Ambas negociadoras coincidieron en subrayar la importancia de reuniones bilaterales que técnicos de ambos países celebrarán a finales de marzo para abordar asuntos de interés común.
Delegaciones de Estados Unidos viajarán a Cuba el mes próximo para trabajar temas como aviación civil, conectividad a Internet y cambios recientes a las regulaciones estadunidenses sobre Cuba. A finales de marzo, Washington y La Habana comenzarán a negociar la agenda y el formato de una reunión bilateral sobre derechos humanos, cuya fecha está por definir y al que Jacobson calificó del más difícil de los temas.