Sin inmunidad y con una orden de prisión en su contra al presidente de Guatemala, Otto Pérez, renunció a su cargo en la noche del miércoles.

Pérez, un general retirado, envió su carta de renuncia al Congreso y ayer acudió ante el juez del caso, Miguel Ángel Gálvez, a rendir declaración en el edificio de la Corte Suprema de Justicia. “Estoy tranquilo y voy a enfrentar la situación con valentía, porque no he hecho las cosas mal”, declaró el ahora exmandatario.

Ayer el juez Miguel Ángel Gálvez, del Tribunal de Mayor Riesgo B,  dictó prisión provisional contra el expresidente, quien fue recluido en un cuartel militar en cuyas afueras una multitud celebraba su arresto.

Seguido de una caravana policial, Pérez ingresó al cuartel de Matamoros, en el centro de la capital. El juez dictó la medida pues considera que hay riesgo de fuga.

¿Cómo inició la crisis?

La crisis política se desató en abril pasado tras destaparse una supuesta red denominada ‘La Línea’, dedicada al cobro de sobornos a empresarios para la evasión de impuestos en el sistema nacional de aduanas.

El escándalo provocó el 8 de mayo la renuncia de la exvicepresidenta Roxana Baldetti, quien actualmente está en prisión preventiva.

Pero la situación se agravó el pasado 21 de agosto, cuando Pérez fue acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), de ser uno de los cabecillas de la red.

“Estoy dispuesto a enfrentarlos (a la Cicig y la Fiscalía), voy en una gran desventaja porque tienen toda la intención de destruirme pero vamos a confiar y poner (la situación) en las manos de Dios para salir adelante”, afirmó Pérez en sus declaraciones a la radio local.

Antes de la renuncia, la Corte de Constitucionalidad (CC), la máxima instancia judicial del país, rechazó por unanimidad el recursos de amparo a favor del mandatario.

Pérez llegó al poder en enero de 2012 en medio de una gran expectativa por sus promesas de realizar un “gobierno transparente” y de “mano dura” contra la violencia criminal que sufre este país de 15 millones de habitantes, desangrado por una guerra civil de 36 años (1960-1996).

A nivel internacional fue conocido por su postura para cambiar la política contra las drogas. Bajo ese principio, en septiembre de 2014, se efectuó la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en su país.

En ese entonces, el gobernante abogaba por dejar atrás la política militarista liderada por Estados Unidos. La reunión terminó con el acuerdo de analizar la estrategia continental contra las drogas, pero nunca se adoptó un cambio. Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del mundo, se opuso a cualquier tipo de despenalización, promovida en Latinoamérica.

Nuevo presidente

El Legislativo guatemalteco se reunió para entregar el poder al vicepresidente Alejandro Maldonado, quien gobernará al país centroamericano hasta enero. En dicho mes tomará la posta el ganador de los comicios previstos para este domingo. El actual vicepresidente de Guatemala fue elegido por el Congreso para este cargo el pasado mayo con 115 votos a favor y 29 en contra, para sustituir a Roxana Baldetti, quien debió dimitir acusada por el mismo caso de corrupción que se le imputa a Pérez Molina.

Maldonado fue la opción presentada por Pérez Molina luego de 2 intentos con candidatos que no fueron aceptados. “Yo creo que es más peligroso reprimir las opiniones, porque eso es ponerle freno a la expresión popular, y entonces sí es legítima la resistencia del pueblo contra el abuso a sus derechos”, aseguró Maldonado en su primer discurso, en referencia a las protestas.

Desde inicios de los años 70 el flamante presidente integró el partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN), fundado por Mario Sandoval Alarcón y financiado por Estados Unidos. Con esta formación de extrema derecha fue diputado desde 1966 hasta 1970, cuando fue expulsado por Alarcón, junto al actual alcalde capitalino, Álvaro Arzú Irigoyen.

Maldonado también fue ministro de Educación durante la gestión del militar Carlos Manuel Arana Osorio. En 1982 fue candidato presidencial por el Partido Nacional Renovador (PNR), en alianza con la Democracia Cristiana (DC), con la que nació la Unión del Centro Democrático (UCD).  

Tras los golpes de Estado que dieron paso a los gobiernos civiles en Guatemala, fue diputado de la Asamblea Nacional Constituyente en 1984.

En 1995 fue ministro de Relaciones Exteriores y en 1996, durante la gestión de Álvaro Arzú, fue electo para magistrado hasta 2008 con la gestión de Óscar Berger.

El político guatemalteco también ha cumplido otras funciones diplomáticas, ya que representó al país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante los Gobiernos militares de Kjell Laugerud García, de 1974 a 1976 en Nueva York; y Romeo Lucas García, de 1978 a 1980 en Suiza.

Cuando fue electo vicepresidente, en mayo pasado, la embajada norteamericana emitió un comunicado en el que se congratulaba por la decisión del Congreso.   

Tras la denuncia, grupos de guatemaltecos celebraron frente a la Corte Suprema con pitos y coreando consignas: “Otto ladrón, te vas a ir a Pavón”, en referencia a una de las principales cárceles del país.

En otro punto de la ciudad, en la Plaza de la Constitución, entre quienes festejaban estaba la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú: “Es bueno que la ciudadanía continúe con coraje y madurez estos movimientos sociales”, declaró.

El Ministerio Público (MP), en su cuenta en Twitter, escribió que Pérez Molina tuvo pleno conocimiento de la red conocida como La Línea.  

El fiscal encargado del proceso señaló que el exjefe de Estado colaboraba para colocar personal en la Superintendencia de Administración Tributaria.

En medio de todo están también los líderes urbanos, que han solicitado la suspensión de las elecciones para dar paso a una reforma de la Ley Electoral y de partidos. (I)

CRONOLOGÍA

Pérez Molina esperó hasta el final. Aunque se quedó sin aliados, el ahora expresidente de Guatemala se negó a renunciar al cargo. Todos los sectores pidieron su salida, pese a que este domingo el país celebrará elecciones generales. El ganador se posesionará en enero.

Denuncia (16/04/2015)  

La Cicig y el Ministerio Público de Guatemala revelan una supuesta red de corrupción en las aduanas llamada ‘La Línea’.

Primera renuncia (08/05/2015)  

La vicepresidenta Roxana Baldetti renuncia a su cargo salpicada por las denuncias de corrupción en las aduanas.

Arrestos (20/05/2015)

Los presidentes del Banco Central y del Seguro Social son arrestados al ser acusados de robar 14.5 millones de dólares.  

Consecuencias (21/08/2015)

Otto Pérez Molina es señalado como el líder de la trama de corrupción. La exvicepresidenta Baldetti es detenida.

Sin inmunidad (01/09/2015)

El Congreso de Guatemala retira la inmunidad judicial al presidente Otto Pérez Molina, quien no renuncia.

Renuncia (02/09/2015)

Antes de que termine el día, Otto Pérez Molina envía al Congreso su carta de renuncia a la Presidencia.

La Cicig recibe financiamiento de potencias

El fiscal colombiano Iván Velásquez Gómez preside la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), la cual presentó los cargos contra el ahora expresidente Otto Pérez Molina.

En una entrevista a Telesur, el jurista admitió que dicha institución recibe fondos de Occidente, entre ellos Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europea.

“La Cicig no responde a ninguna embajada. EE.UU. es uno de los países que contribuye financieramente a la Cicig, al igual que la Unión Europea, Suecia y otros países”, dijo Velásquez, quien goza de inmunidad y trato diplomático.

Sobre el caso de corrupción ‘La Línea’, en el que se involucró a Pérez Molina, dijo que “la investigación criminal se hizo en conjunto (...) tenemos una buena relación con el Ministerio Público”.

El mandato de la entidad es el resultado de un acuerdo entre el Gobierno y la ONU.

De acuerdo a su página web, la Cicig “es un órgano que tiene la finalidad de apoyar las labores del Ministerio Público y la Policía Nacional Civil guatemalteca, en la investigación de los delitos cometidos por funcionarios y fuerzas irregulares de seguridad”.

El miércoles, el gobierno de Estados Unidos apoyó a la Fiscalía y a la Cicig.

“El apoyo del Congreso de Estados Unidos a estas instituciones es ahora más crucial que nunca”, declaró Eliot Engel, diputado del partido Demócrata, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso guatemalteco. (I)