EE.UU. está en apuros por la falta de presupuesto
Washington.- Estados Unidos estaba ayer, si el Congreso no lo evitaba, al borde de declarar el primer cierre parcial del Gobierno federal desde enero de 1996, lo que implicará que 800.000 funcionarios se queden sin trabajo.
A la medianoche de ayer terminó el año fiscal y se agotaron los fondos para las actividades no esenciales del Gobierno, y los dos partidos en el Congreso, republicanos y demócratas, estaban lejos de llegar a un acuerdo para evitar el primer cierre federal en más de 17 años.
La Cámara de Representantes aprobó el domingo un proyecto presupuestario que extiende los fondos al Gobierno hasta el 15 de diciembre, pero al mismo tiempo exige un retraso en la puesta en marcha de algunos aspectos de la reforma sanitaria, una demanda que la Casa Blanca y los demócratas consideran inaceptable.
Por lo tanto, el Senado, controlado por los demócratas, rechazó ayer la propuesta republicana con una votación de 54 en contra y 46 a favor.
Sin acuerdo, se estima que unos 800.000 funcionarios que realizan tareas consideradas no esenciales quedarán suspendidos del empleo y sueldo, aunque se espera que el Senado apruebe una propuesta de la Cámara Baja que garantizaría que se siga pagando a los militares.
La presión de Obama
Con todo, según la Casa Blanca, el cierre parcial de la administración en vez de suponer un ahorro tendría un grave perjuicio económico en las arcas del Estado, estimado en 1.000 millones de dólares, además de parar los servicios públicos.
Obama ha sido claro en los últimos días y subrayó que no permitirá que los republicanos usen la reforma sanitaria, uno de los mayores logros de su mandato, como chantaje para autorizar los fondos que necesita el Gobierno para seguir funcionando.
En un discurso en la Casa Blanca, el presidente estadounidense advirtió ayer que un bloqueo sobre el presupuesto tendría serias consecuencias económicas, y descartó modificar su ley de salud, promulgada en 2010, para negociar con los republicanos del Congreso.
La propuesta republicana “es una extorsión, no un compromiso”, declaró el senador demócrata Charles Schumer ayer a la cadena MSNBC. “No somos nosotros quienes queremos cerrar”, se justificaba por su parte la representante republicana, Marsha Blackburn, en CNBC.
Unos minutos antes de que comenzara el debate parlamentario, el presidente estadounidense volvió a urgir a los congresistas a lograr un acuerdo de última hora. En una comparecencia posterior a su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Obama pidió a los republicanos que dejen de lado “la política a corto plazo y piensen en el largo plazo”.
Obama también tenía previsto reunirse ayer con los miembros de su gabinete, en la Casa Blanca, para analizar los últimos acontecimientos del debate presupuestario y medidas ante un posible cierre del Gobierno.
Obamacare entra en marcha
En medio de la tensión política, Estados Unidos pondrá en marcha a partir de hoy y hasta finales de marzo de 2014, los llamados “mercados de seguros médicos”, una disposición de la reforma sanitaria de Obama que facilitará un seguro médico a millones de ciudadanos sin cobertura.
En Estados Unidos hay casi 48 millones de personas que no tienen un seguro que cubra sus gastos médicos y esta nueva fase abre la posibilidad de inscribirse en más de medio centenar de planes privados, antes de que entre en vigor, en enero, otra cláusula que establece la obligatoriedad del seguro médico.
En esta fase, unos 7 millones podrían beneficiarse de la reforma para lograr una cobertura a partir del 1 de enero de 2014, indicó la Oficina de Presupuesto del Congreso, y 25 millones antes de 2016.
Las personas que hoy carecen de seguro médico tendrán desde comienzos del año próximo, acceso a un amplio menú de opciones, cuyo precio oscilará según su capacidad de reembolso y varía en función de los ingresos de cada hogar.
Su objetivo es permitir a los ciudadanos que no están asegurados elegir un plan que se ajuste a su presupuesto y dar la opción de cambiar a quienes tengan un seguro pero no estén satisfechos.
Pese a los reiterados intentos de los republicanos para paralizar esta parte de la ley de salud, impulsada por Obama en 2010, la Casa Blanca advirtió que estos nuevos “mercados de seguros” se abrirán hoy “pase lo que pase”. Además, veintisiete estados gobernados por los republicanos se niegan a cooperar en la implementación de la reforma.
DATOS
Algunas de las áreas que se verían afectadas en caso de que se produzca el cierre temporal del Gobierno, según la cadena de noticias CNN, son:
Los parques nacionales o zoológicos serán cerrados. Tampoco abrirán los museos nacionales. De igual forma, las oficinas para tramitar el pasaporte no prestarán sus servicios ya que estarán cerradas.
Unos 800.000 empleados federales tendrán vacaciones sin remuneración, pero los controladores de tráfico aéreo, manipuladores de residuos peligrosos, los inspectores de alimentos y el servicio postal tendrían que cumplir con su labor y luego recibirán el salario retroactivo por las horas trabajadas.
Los militares seguirán trabajando, pero tendrán que esperar hasta que reabra el Gobierno para recibir su sueldo. El primer cheque que se afectaría es el de la primera quincena de octubre. Además, se suspenderá el mantenimiento de armas e instalaciones militares.
Si el Gobierno no opera se frenaría la recaudación de impuestos, lo que afectará el sistema económico del país.
Los permisos de compra y portación de armas se congelarían.
También se congelarían los créditos para la compra de vivienda. Lo mismo ocurriría si hablamos de un crédito para un pequeño negocio.
La paralización del Gobierno, según un artículo de The Washington Post, obligaría a suspender los servicios de recolección de basura, lo que implicaría que en Washington D. C. se acumularían 500 toneladas de desperdicios cada semana.