La Casa Blanca reconoció la existencia del programa
EE.UU. envió en secreto jóvenes a Cuba para reclutar opositores
Washington.-
La noticia se reveló el lunes y ya causó revuelo en Estados Unidos y Cuba. Jóvenes de varios países latinoamericanos fueron enviados en secreto a la isla por el gobierno de Barack Obama con el objetivo de desestabilizar el régimen de Raúl Castro y fomentar el cambio político, según reportó una investigación de la agencia Associated Press, que agrega que los involucrados habían sido entrenados insuficientemente para tal tarea y sufrieron grandes riesgos.
El programa, que se remonta a octubre de 2009, estaba basado en un proyecto de Usaid, la agencia estadounidense de desarrollo, e involucraba a jóvenes de Venezuela, Costa Rica y Perú. Ellos fueron enviados a Cuba fingiendo ser turistas o asistentes sanitarios, para viajar por toda la isla para buscar personas que pudieran convertirse en activistas. La revelación se suma a otra que hizo la AP en el mes de abril, cuando se supo que Usaid había financiado secretamente en los últimos años una especie de ‘Twitter cubano’, llamado Zunzuneo, para tratar de reunir voces contra el gobierno. Esto sucedió incluso pese a la conmoción causada por el arresto en Cuba, en 2009, del contratista Allan Gross, condenado a 15 años de cárcel por el mismo tema.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, reconoció que dichos programas, en concreto uno referido a concienciar y prevenir sobre el virus del VIH, tenían ‘propósitos secundarios’ relacionados con la promoción de la democracia, aunque negó que se tratara de ‘programas secretos’.
“Hay programas en el mundo orientados a desarrollar una sociedad civil más vibrante y capaz, consistente con los programas mundiales de promoción de la democracia. Y obviamente este programa estaba en línea con eso”, dijo Psaki.
En Cuba, las autoridades no se pronunciaron oficialmente. Muchos se enteraron por la televisión estatal, pero no se mostraron sorprendidos. “No sé qué decirte, es una de las tantas agresiones del imperialismo, tantos años que llevan tratando de tumbar la revolución, esto es otra forma”, dijo a AP Elio Morales, que trabaja en una refinería.
Uno de los jóvenes enviados en 2010 fue Fernando Murillo, de 29 años, un activista de derechos humanos de Costa Rica. Según la investigación de AP, tenía muy poco entrenamiento para sortear los peligros de trabajar en operaciones encubiertas o cómo evadir a uno de los servicios de contrainteligencia más sofisticados del mundo. Ni bien llegó a la isla, trabajó para instalar un taller sobre prevención de VIH, con el objetivo final de reclutar a jóvenes cubanos para que hicieran activismo contra el gobierno. Murillo tenía que comunicarse cada 48 horas con una serie de códigos de seguridad previamente acordados.
Medios de prensa cubanos criticaron el programa. El diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba, señaló que el proyecto fue ‘otro engendro de la Usaid para tratar de manipular a la juventud cubana’ y promover la ‘subversión’.
Por su parte, Juventud Rebelde, el diario de la Juventud Comunista, tildó de ‘escandalosa’ la ‘nueva maniobra de la Usaid contra Cuba’, y advirtió que el programa ‘vuelve a poner al descubierto el carácter francamente subversivo’ de esa agencia estadounidense.