Ecuatorianos también sienten los efectos de la tormenta “Sandy”
Todas las calles cubiertas de arena, carros unos sobre otros, pedazos del malecón destrozados y fuera de su lugar, así como postes caídos y cables de alta tensión desperdigados por el suelo, son parte de los estragos de la tormenta “Sandy” que se han sentido en Rockaway Park, un condado de Queens, donde vive Hilda Ipanaqué, una migrante ecuatoriana que habita en la ciudad de Nueva York desde hace 19 años.
Cuenta que esta zona -caracterizada por un intenso turismo en la época de verano, que está a pocos metros de la playa- se encuentra totalmente desolada. “Yo tuve que irme de mi casa a la casa de una amiga porque nos evacuaron a todos. El jueves regresé pues había dejado a mi perro en casa y realmente me impactó mucho todo lo que encontré allí”, asegura.
Además de las consecuencias en cuanto a infraestructura del lugar, la mujer afirma que los servicios de luz y de gas están suspendidos. “Apenas hay un generador que abastece a algunas casas del sector y así no se puede vivir. Anoche intentamos dormir ahí, pero hace demasiado frío por la cercanía de la playa. Y se supone que el lunes los chicos empiezan clases y no sé cómo harán si todo está devastado y abandonado”, explica Hilda.
Según dice, durante el tiempo que ha vivido en el país norteamericano nunca había experimentado un fenómeno natural de semejante magnitud. La preocupación que sienten los vecinos de su sector se suma a la desorientación por la falta de ayuda de las autoridades. “Ya ha pasado una semana desde que la tormenta tocó tierra y no sabemos como se solucionará esta situación”, indica.
No obstante, los esfuerzos de recuperación de la costa este de los Estados Unidos tras el paso de “Sandy” continúan centrados en el restablecimiento del suministro eléctrico así como en el aprovisionamiento de petróleo y gas, cada vez más escasos en las zonas afectadas.
El director de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, subrayó ayer en una conferencia informativa la importancia del levantamiento temporal de las limitaciones a los buques de transporte extranjeros, con el objetivo de que petroleros adicionales abastezcan a los damnificados.
Esta medida, ejecutada ayer por la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Janet Napolitano, busca que lleguen millones de barriles de petróleo a la costa este para paliar las necesidades energéticas, cada vez más acuciantes, de los estados de Nueva York y Nueva Jersey. “La prioridad más alta es asegurar la salud y la seguridad de aquellos afectados por la tormenta ‘Sandy’ y esta medida eliminará un obstáculo potencial para la importación de combustible adicional para la región dañada por la tormenta”, explicó Napolitano.
La medida, que estará en vigor hasta el 13 de noviembre, provocará de manera inmediata que más barcos petroleros puedan ser enviados a la costa este de Estados Unidos, donde el pasado lunes impactó la tormenta. “La falta de gasolina ha creado preocupación en todas partes de la región”, reconoció ayer el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
Según cifras de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) en la zona triestatal de Nueva York viven aproximadamente 1’200.000 ecuatorianos.