Ecuatoriano se encadena en embajada de Panamá en Bolivia
El ecuatoriano Jesús Vélez Loor se encadenó este martes en la puerta principal de la embajada de Panamá en La Paz para exigir a ese país que cumpla una sentencia internacional que le obliga a pagarle por torturas sufridas en 2002.
Vélez dijo que ha decidido retomar su protesta, suspendida la semana pasada, porque el Gobierno de Panamá todavía no le ha pagado la indemnización ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en noviembre de 2010.
El ecuatoriano estuvo en huelga de hambre durante 51 días, hasta el pasado martes, cuando logró un compromiso escrito de que las autoridades panameñas le pagarían "a la brevedad posible".
"Ayer vine a la embajada de Panamá a consultar qué pasó con el cumplimiento y no me dieron respuesta, me dijeron que no saben nada", señaló Vélez, que se ha encadenado en la puerta de la legación diplomática en la zona sur de La Paz.
Los funcionarios diplomáticos se han visto obligados a usar la puerta del garaje para ingresar y salir de la legación.
Vélez dijo que se mantendrá encadenado durante las horas de trabajo de los empleados y que pasará la noche en el lugar, pero ya no hará huelga de hambre porque su salud se ha deteriorado.
El ecuatoriano fue detenido en 2002 por las autoridades de migración de Panamá, durante la presidencia de Mireya Moscoso, y fue acusado primero de estar vinculado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y luego de ser peligroso para el orden y la seguridad pública.
Fue liberado diez meses después, tras enfermarse de úlcera, perder un testículo y sufrir daños en los pies, un brazo y la cabeza como consecuencia, según dijo, de las torturas a las que fue sometido en la prisión panameña.
Panamá tenía un año de plazo para indemnizar a Vélez, pero como no cumplió, el ecuatoriano inició en enero pasado la huelga de hambre en las puertas de la legación diplomática en La Paz.
El Gobierno panameño anunció que indemnizará a Vélez con 27.500 dólares y pagar otros 24.000 dólares más al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), que asesoró al ecuatoriano, pero todavía no ha realizado el pago.