Duterte confía en que Trump evite hablar de la guerra contra las drogas
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, dijo el domingo estar convencido que su homólogo estadounidense, Donald Trump, que llegó a Filipinas, evitará abordar el tema de los derechos humanos y la muy controvertida "guerra contra la droga" que lanzó en Manila.
Trump llegó este domingo a Filipinas, procedente de Vietnam, para participar en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), última etapa de una gira asiática de doce días.
Varias organizaciones no gubernamentales exhortaron a Trump a tratar con Duterte la sangrienta campaña contra la drogas del presidente filipino, que dejó miles de muertos.
Pero el mandatario filipino está persuadido que su par estadounidense no lo hará y asegura que Trump lo alentó durante un breve encuentro esta semana al margen de la cumbre del foro Asia-Pacífico (APEC) en Danang, Vietnam.
"Dijo algo como: 'sabes, lo estás haciendo muy bien'", dijo Duterte a periodistas el domingo por la mañana cuando regresó a Manila.
Duterte precisó que Trump hacía referencia a su guerra contra la droga, pero también a la campaña militar contra los yihadistas afines a Estado Islámico en el sur del archipiélago.
Duterte, de 72 años, fue elegido en 2016 prometiendo erradicar el tráfico de droga matando hasta 100.000 traficantes y presuntos adictos.
'Silencio tácito'
Desde su llegada al poder hace 16 meses, la policía anunció haber matado a 3.967 personas. Grupos de desconocidos mataron a 2.290 sospechosos en casos de droga. Miles de otras personas fueron ultimadas en circunstancias poco claras, según las cifras de la policía.
Duterte sigue siendo muy popular en Filipinas, en donde la población estima que la seguridad mejoró desde que llegó al poder.
Pero sus opositores lo acusan de organizar asesinatos extrajudiciales masivos, perpetrados por policías corruptos y milicianos.
Interrogado por periodistas sobre la posibilidad de que Trump discuta el tema en su encuentro, Duterte dijo estar "seguro de que no lo hablará".
Los filipinos esperan la llegada a la cumbre de los dirigentes de 19 países, además de representantes de Naciones Unidas y de la Unión Europea. La reunión comenzará el domingo con una cena. El lunes está previsto un encuentro bilateral Duterte-Trump.
"Estados Unidos debe utilizar su influencia para pedir que Duterte rinda cuentas en materia de derechos humanos", declaró el director de Amnistía Internacional para Filipinas, Jose Noel Olano. "Se reunirá con un hombre cuya política es responsable de la muerte de miles de asesinatos ilegales".
La directora adjunta para Asia de Human Rights Watch, Phelim Kine, lamentó en declaraciones a AFP que Duterte "se beneficiará del silencio tácito de los dirigentes de Asia del este en la cumbre".
Duterte, popular también entre los filipinos por su franqueza al hablar, protagonizó un nuevo exabrupto el jueves en Danang asegurando en una reunión con la comunidad filipina que había matado a puñaladas a alguien a los 16 años en una "riña".
El entorno de Duterte pide regularmente a los periodistas que no lo tomen al pie de la letra asegurando que le gusta bromear y es un adepto de la "hipérbole". Su nuevo portavoz, Harry Roque, explicó que estas nuevas declaraciones podrían ser exageradas.
Las relaciones entre Washington y Manila, dos aliados unidos por un acuerdo de defensa, se han degradado de forma considerable desde que Duterte fue elegido en junio de 2016.
El entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama también reprobó sus métodos para luchar contra el narcotráfico, lo que le valió el tratamiento de "hijo de puta" por parte del mandatario filipino.
Pero desde que Trump llegó al poder las relaciones se sosegaron. (I)