Dos estudiantes de 15 años fueron heridos por disparos este jueves cuando asistían a clases en Los Ángeles, en el último tiroteo ocurrido en una escuela de Estados Unidos, reavivando el debate sobre el acceso de los jóvenes a las armas en el país.

Un chico recibió un balazo en la cabeza y una chica fue herida en una muñeca, según informaciones recogidas en la escena del crimen.

La agencia de noticias locales CNS aseguró que una "mujer joven", posiblemente una compañera de clase, fue arrestada.

Un grupo de paramédicos que fue a la escuela secundaria Salvador Castro, en el área central de Westlake a las 17H00 GMT, aseguró que los dos jóvenes fueron enviados al hospital, él en estado crítico y ella evolucionando favorablemente.

Una mujer de 30 años de edad "fue tratada por heridas menores en la cara, por restos de vidrio", informó Erik Scott, del cuerpo de bomberos de Los Ángeles.

El arma con el que se disparó a los jóvenes se ha recuperado, según el Departamento de Policía del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles.

Al llegar al lugar la policía localizó a las víctimas "y también a la persona sospechosa que fue llevada en custodia sin otros incidentes", dijo el teniente de policía Chris Ramirez.

El tiroteo se produjo en un clase del campus, que el centro Salvador Castro comparte con la escuela de bachillerato de Belmont, según un medio local, pero no está claro el origen del ataque.

Estados Unidos ha registrado ya 12 tiroteos en escuelas en 2018.

Llamado a la acción

Hechos de estas características, reavivan el debate en Estados Unidos sobre la epidemia de ataques con armas de fuego y la facilidad con la que éstas se obtienen, con 33.000 personas que mueren anualmente en el país como consecuencia de ello.

El jefe del departamento de policía escolar de Los Angeles, Steve Zipperman, no dijo como ocurrió el tiroteo ni como fue introducida el arma en un campus vigilado.

"Tenemos leyes que mandatan a los padres que poseen armas, a cualquier adulto que tenga armas, cualquier propietario de armas tiene la obligación de asegurar que el arma está segura dentro de una vivienda", afirmó.

El fiscal de Los Angeles, Mike Feuer dijo que este tiroteo debe ser un "llamado a la acción" para los propietarios de armas, para asegurarse de que las armas no queden al alcance de los adolescentes, mientras que la supervisora del Condado de Los Angeles, Hilda Solis se declaró "horrorizada" por el ataque.

"Nuestras escuelas deben ser lugares seguros para que nuestros hijos crezcan, aprendan y jueguen", afirmó. "Hoy, esta inocencia les fue quitada como consecuencia de que un menor tuvo acceso a un arma. Esto debe terminar". (I)