Dos atentados en estaciones de autobuses en Nigeria se cobran al menos 35 vidas
Al menos 35 personas murieron este jueves en Nigeria en dos atentados contra sendas estaciones de autobús en las ciudades de Biu y Jos, mientras que el presidente Goodluck Jonathan visitaba Baga, donde en enero murieron cientos de personas en un ataque de Boko Haram.
En Biu (norte) el ataque lo protagonizaron dos suicidas. Uno de ellos consiguió activar su carga entre los pasajeros que esperaban un autobús, matando a 18 personas, según el conteo de testigos presenciales.
El otro suicida fue ultimado por soldados de guardia en la estación.
En Jos, en el centro del país, a unos 250 kilómetros de Abuja, al menos 17 personas murieron en dos ataques.
"Hubo dos explosiones hoy (jueves) en Jos" informó Ikedichi Iweha, portavoz militar en la ciudad, capital del estado de Plateau, que ha sufrido repetidos ataques del grupo yihadista Boko Haram.
Testigos en el lugar de los hechos aseguraron que los atacantes lanzaron explosivos desde un coche que cruzó a toda velocidad la estación de autobuses.
Estos ataques se produjeron después de que el martes 51 personas murieron en dos ataques diferentes, uno en Kano, la ciudad más importante del norte del país y otro en Potiskum, un punto central del comercio en el Estado de Yobe.
Tras la serie de ataques, el gobierno emitió una advertencia para reforzar la vigilancia en parques, escuelas y mezquitas.
Visita presidencial
El pasado 3 de enero, los combatientes del grupo yihadista Boko Haram tomaron la localidad de Baga, un puerto de pescadores a orillas del Lago Chad, en un ataque en el que según organizaciones de derechos humanos murieron cientos de personas y varias aldeas cercanas fueron incendiadas, en lo que se teme que haya sido el peor ataque efectuado por el grupo yihadista.
"Fui (...) para visitar a las comunidades devastadas por los excesos de Bogo Haram", dijo el presidente nigeriano, cuyo ejército logró recuperar el sábado la ciudad.
La toma de Baga fue parte de la contraofensiva impulsada por Nigeria, con el apoyo de sus países vecinos, Niger, Chad y Camerún, para estabilizar la región. El gobierno de Jonathan había sido muy criticado por ser incapaz de frenar el avance de Boko Haram en el noreste del país, desde donde los yihadistas comenzaron a lanzar ataques contra los países vecinos.
Tras la visita, Jonathan dijo a la prensa desde Maiduguri, capital del Estado de Borno, en el noeste del país, que quería ver por el mismo lo que había ocurrido y prometió que pronto se acabaría la ofensiva del grupo.
Esta semana Jonathan dijo que la tendencia se había revertido para el grupo, cuya ofensiva ha dejado unos 13.000 muertos y cerca de 1,5 millones de desplazados.
Las elecciones presidenciales y legislativas en Nigeria, inicialmente previstas para 14 de febrero, fueron aplazadas para asegurar que los comicios se efectúen sin perturbaciones.