Trump marca hito al visitar Corea del Norte
Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en funciones que visitó Corea del Norte. El mandatario cruzó la frontera de las dos Coreas durante una reunión en la zona desmilitarizada (DMZ) con el líder norcoreano Kim Jong Un.
Este nuevo encuentro proyecta la esperanza de revivir las conversaciones nucleares. Sin embargo, los medios estadounidenses catalogan a la cita como un show mediático que ayudará a la proyección de imagen del mandatario quien lanzó su reelección.
“Es bueno verte de nuevo. Nunca esperé verte en este lugar”, le dijo Kim en la frontera. Trump le respondió que “cruzar esa línea fue un gran honor” y lo invitó a EE.UU. para otra reunión.
Es la tercera cita entre Kim y Trump, luego de los encuentros en Singapur en junio pasado y en Vietnam en febrero fracasaron. Hasta el momento ningún medio sabe qué tanto avanzaron los diálogos pasados.
¿Un show para los medios?
David Nakamura publicó en su columna en el diario The Washington Post, que la visita de Trump a Corea del Norte es el mayor show en vivo hasta el momento.
“Un apretón de manos con Kim Jong Un y luego un corto paseo juntos, más allá de la Frontera de la Libertad y hacia el Reino de los ermitaños... Un pequeño paso para el 45º presidente; un impulso gigante para sus ratings televisivos”, describió de la cita.
Bonnie Glaser, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, manifestó que para Trump pisar territorio de Corea del Norte podría no significar ningún cambio en la política exterior. “Trump se deleita en hacer cosas que ningún presidente ha hecho antes”.
Los críticos a menudo acusan a Trump de estar obsesionado con los medios de comunicación y de llevar a cabo una diplomacia compleja y conflictiva en Twitter, donde al contrario de su actual postura acusó y desafió varias veces a Kim.
“Trump también ha cultivado momentos elaborados. Revelan a un presidente ansioso por desempeñar los papeles de director, haciendo tomas a la cámara, promocionando el drama y creando expectativas públicas para una gran revelación”, analizó Nakamura en The Post.
El balance real de los diálogos
Los desacuerdos entre EE.UU. y Corea del Norte siguen siendo enormes. No solo Corea del Norte no ha proporcionado una lista de sus sitios nucleares, sino que Washington y Pyongyang ni siquiera están de acuerdo en lo que significa la idea de desnuclearización.
Para el Vipin Narang, experto nuclear y profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, este nuevo encuentro representa: “Un paso hacia adelante, dos hacia atrás. Estamos donde estábamos hace unos 15 meses”, explicó Narang.
Trump, en contraparte, defendió su política con Corea del Norte y criticó a los medios de comunicación que han cuestionado los avances. “La prensa no aprecia lo que hemos hecho”.
Entre las novedades, el mandatario anunció que su equipo de negociación continuaría dirigido por Steve Biegun, el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte.
Además agregó que Corea del Norte “también estaba poniendo a alguien a cargo a quien conocemos y nos gusta”, pero sin dar detalles.
De acuerdo con el portal Voa, en los comentarios públicos de ayer, ni Trump ni Kim dieron ninguna indicación de suavizar sus posturas.
“No había ninguna señal de que las dos partes estuvieran preparadas para abordar los problemas sustantivos subyacentes, como las diferencias sobre el alivio de las sanciones, que han hecho que la diplomacia sea tan difícil”, explicó Mintaro Oba, exfuncionario del Departamento de Estado y especialista en Corea. (I)