Donald Trump rechaza acusaciones por la violencia relacionada a su campaña
Donald Trump, "fortalecido" tras la suspensión de un mitin por altercados, se prepara para nuevos encuentros este domingo mientras sus adversarios le acusan de ser responsable de esas tensiones y Barack Obama instó a cesar los "insultos" y la "violencia".
Trump, quien dijo sentirse "fortalecido" por la oposición a su campaña, participará de mitines en los estados de Illinois, Ohio y Florida. Estas reuniones son cruciales porque estos tres estados, además de Misuri, y Carolina del Norte, votarán el martes en las primarias, en una jornada calificada como el segundo "supermartes", en función de su importancia.
Los últimos encuentros de Trump con sus simpatizantes estuvieron marcados por una serie de incidentes. El último tuvo lugar el sábado al borde de la pista del aeropuerto de Dayton en Ohio, mientras el multimillonario hablaba en un encuentro con miles de sus simpatizantes.
Un hombre intentó bruscamente subirse a la tarima pero inmediatamente fue interceptado, mientras las personas que custodiaban a Trump, agentes del Servicio Secreto, se apresuraron a rodear al candidato para protegerlo.
"El Servicio Secreto hizo un buen trabajo al evitar que este enajenado subiera a la tarima. Está vinculado con el grupo Estado Islámico. Debería estar en la cárcel", tuiteó Trump al final del día.
El magnate tuiteó un enlace en el que el hombre en cuestión, supuestamente llamado Thomas DiMassimo, es grabado arrastrando una bandera estadounidense por el suelo durante una protesta en un campus universitario.
La AFP no logró verificar la autenticidad del video ni, por tanto, la acusación formulada por el Trump, cuyo discurso antimusulmán es bien conocido.
Trump, que tuvo otras dos reuniones de campaña, una en Cleveland (Ohio) y otra en Kansas City, se refirió a la cancelación la noche del viernes de su mitin en Chicago.
Arremetió contra los centenares de manifestantes que irrumpieron en el anfiteatro de la universidad de Chicago, donde daría un discurso.
"Permítanme decirles que los miles de personas invitadas que se movilizaron no causaron ningún problema. Fueron abucheadas, acosadas por otra gente. Gente que, de paso, representa a Bernie (Sanders), el amigo comunista", afirmó, refiriéndose al aspirante a la candidatura demócrata, que nunca instó a sus partidarios a actuar de esa forma.
Los manifestantes, entre los que había numerosos hispanos y negros, realizaron según Trump un "ataque planificado".
Por su parte, el presidente Barack Obama se introdujo el sábado en la conflictiva campaña a la Casa Blanca, llamando a evitar el lenguaje incendiario en la batalla por sucederlo, aunque sin mencionar a Trump.
"Quienes están en campaña deben focalizarse en cómo hacer mejor las cosas, no en proferir insultos, bromas de escolares y tergiversaciones, no en dividir por cuestiones de raza o de fe, y por supuesto no en la violencia entre estadounidenses", dijo Obama en un evento para recaudar fondos en Dallas (Texas, centro-sur).
Antes de los incidentes en Chicago, 32 personas fueron arrestadas también el viernes en un acto electoral en St. Louis, en el estado de Misuri, durante el cual Trump se había referido a episodios anteriores de violencia entre sus simpatizantes y opositores afirmando a su audiencia: "Honestamente, es más divertido que escuchar un discurso, ¿no les parece?".
El 1 de febrero Trump había instado a sus simpatizantes a "golpearse" con manifestantes opositores, prometiendo pagarles los gastos de abogados.
Tras los incidentes en Chicago, la favorita demócrata en las primarias presidenciales, Hillary Clinton - que el sábado ganó el caucus en las Islas Marianas del Norte- expresó también una severa advertencia a Trump.
"Si juegas con fuego, causarás un incendio incontrolable. Eso no se llama gobernar. Eso es jugar a la piromanía política", afirmó Clinton.
Desde el principio de su campaña electoral, el magnate inmobiliario ha recibido duras críticas por sus declaraciones y propuestas sobre los inmigrantes mexicanos y sobre los musulmanes, que según sus críticos provocan tensiones.
También de sus rivales dentro del Partido Republicano, para quienes las primarias del martes representan una de las últimas oportunidades de impedir que el magnate se transforme en el candidato republicano en las elecciones presidenciales.
"Donald Trump ha sembrado la división y ha cosechado los frutos esta noche, fue horrible", dijo el aspirante presidencial republicano John Kasich, gobernador de Ohio.
Este sábado Trump sufrió una clara derrota en los caucus (asambleas populares) republicanos en el estado de Wyoming, donde ganó el senador de Texas Ted Cruz (66%) y en los que él se ubicó por detrás incluso de Marco Rubio (19%). Obtuvo apenas el 7% de los votos.
En Washington también ganó Rubio (37,7%) por delante de Kasich (35,5%) y Trump (13,8%). (I)