El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escapó temporalmente de la tormenta política en su país para viajar a la cumbre de la OTAN en Londres, donde competirá por el protagonismo con su homólogo francés, Emmanuel Macron. Además, demostrará si es capaz de no entrometerse en las elecciones británicas.

Trump despegó ayer rumbo a Londres, donde participará hasta el miércoles 4 de diciembre de 2019 en la 70 cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mientras en Washington comienza la acción en el Comité Judicial de la Cámara Baja, el encargado de redactar los cargos en su contra para un juicio político que cada vez parece más probable.

“Este es uno de los viajes más importantes que puedo hacer como presidente”, dijo Trump a la prensa al abandonar la Casa Blanca. “Y los demócratas de izquierda radical decidieron que cuando me voy a la OTAN, algo que se sabía desde hace un año, ese era el momento exacto para celebrar la primera audiencia en el Comité Judicial”, protestó.

Esa audiencia se celebrará el mércoles 4 de diciembre de 2019 y, aunque la Casa Blanca descartó enviar a abogados del mandatario y los testigos serán expertos en derecho, es probable que la sesión distraiga al presidente en la jornada más ocupada de su visita a Londres.

Los líderes demócratas construyeron un caso sólido en dos semanas de audiencias de testigos televisadas, antes del descanso de Acción de Gracias, respecto a que Trump abusó de su poder al tratar de obligar a Ucrania a intervenir en las elecciones de 2020.

Pero sus esfuerzos no han cambiado las divisiones políticas. De manera que podría amenazar seriamente la presidencia de Trump y hacer que los republicanos lo abandonen en el juicio al Senado, que se espera para principios del próximo año 2020.

La investigación se basa en las presiones de Trump para lograr que el Gobierno ucraniano indagara si el exvicepresidente estadounidense y aspirante presidencial demócrata Joe Biden fue corrupto en su trato con Ucrania cuando estaba en el poder, en 2016, y su hijo Hunter tenía lazos con la compañía de gas ucraniana Burisma.

Trump reconoció que presionó a Ucrania para que investigara a Biden, pero negó que ese fuera el motivo por el que retuvo la entrega de casi $ 400 millones en ayuda militar al país. O por el que dio largas a los intentos del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de reunirse con él en la Casa Blanca. (I)