En el primer día de vigencia de las restricciones cambiarias, dispuestas por el Gobierno por un decreto ejecutivo, el mercado operó con marcada volatilidad en busca de un nuevo punto de equilibrio.

Y si bien el dólar experimentó una baja de casi cuatro puntos y cotizó a 57 pesos en agencias y bancos de la City porteña, el “blue” reapareció con fuerza en el centro de la escena al cotizar a 64 pesos.

Estos valores se convirtieron en la mayor brecha entre el dólar oficial y el informal desde que la administración de Mauricio Macri levantó, en 2015, el cepo cambiario impuesto por el gobierno de Cristina Kirchner cuatro años antes.

El “blue”, al que también se conoce como dólar paralelo o dólar negro, es la manera informal de referirse a la moneda estadounidense que se compra ilegalmente en el mercado negro.

Ante la entrada en vigor de las nuevas medidas y el recuerdo del “corralito” que bloqueó depósitos en la crisis de 2001, ayer se registró mayor afluencia de clientes en las sucursales bancarias para retirar dólares o pesos de sus cuentas.

Después de un “agosto negro” en el que el precio del dólar subió el 35,8% y el índice de riesgo país se disparó el 224%, hasta los 2.532 puntos básicos, su máximo nivel desde 2005, Macri firmó este domingo un decreto por el cual se obliga a los exportadores a liquidar divisas en el mercado local y se requerirá una autorización previa para comprar moneda extranjera en la plaza cambiaria y realizar transferencias al exterior.

A la hora de comprar divisas el monto máximo mensual para las personas físicas será de $ 10.000 y se requerirá autorización para las compras que superen este monto. En el caso de las transferencias de fondos de cuentas al exterior el máximo será de $ 10.000 por persona mensualmente.

El cambio de rumbo de Macri, que siempre criticó las restricciones cambiarias fijadas en el gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), se produce después de que las reservas monetarias de Argentina cayeron en $ 13.793 millones en agosto, hasta los $ 54.098 millones.

Con estos límites impuestos en el mercado de cambios, el Gobierno busca mayor estabilidad cambiaria y “proteger al ahorrista”.

“Son medidas incómodas, no son las que deseamos para la Argentina que todos queremos, pero son medidas de emergencia para evitar males mayores”, afirmó el ministro argentino de Hacienda, Hernán Lacunza. (I)