El 10% de la diversidad del mundo vive en la Amazonía
En los 6,7 millones de kilómetros cuadrados de bosques de la Amazonía repartida en nueve países habita el 10% del total de la diversidad del mundo. En estos días ese hábitat ha sido afectado por incendios forestales.
Brasil, junto con Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela y Estados Unidos, es uno de los países más ricos en biodiversidad del mundo. Según la WWF, en la Amazonía hay 427 especies de mamíferos, 1 300 aves, 378 reptiles, más de 400 anfibios y unos 3 000 peces de agua dulce. Solo en Brasil se estima que viven unos 100 000 invertebrados. Todas estas especies están amenazadas por las llamas.
De hecho, de acuerdo con National Geographic, una de cada diez especies de la Tierra vive en el bosque tropical amazónico. William Magnusson, un investigador especializado en biodiversidad, advirtió al medio que “en la Amazonía nada está adaptado al fuego” y por ello habrá muchos “perdedores”. Según informa la cadena CNN, la Amazonía es hogar de varios tipos de ranas del género dendrobates species. Estos anfibios se caracterizan por ser venenosos y por sus brillantes colores que advierten a los depredadores sobre la toxicidad de su piel.
Uno de los símbolos de la Amazonía es el tucán, un ave que puede llegar a medir unos 60 centímetros y se caracteriza por su desarrollado y colorido pico. Las llamas amenazan a algunas de las especies de tucanes que prefieren las selvas húmedas tropicales de baja altitud y duermen dentro de las cavidades de los árboles.
La Amazonía también es el hogar del jaguar (panthera onca), el felino más grande de América. Esta especie, que se encuentra en la categoría casi amenazada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, tiene una población estimada de menos de 50 000 ejemplares.
En la selva que arde en llamas también viven cinco especies de boas: la constrictor, la esmeralda, la arborícola común, la arcoíris y la anaconda verde. El biólogo Izar Aximoff declaró a BBC Brasil que ha visto “una boa constrictor quemada, un perezoso calcinado, una bromelia quemada. Te dan ganas de llorar. La pérdida es invaluable”.
El profesor Mazeika Sullivan de la Universidad de Ohio advierte que los animales tienen pocas opciones ante un incendio. Pueden excavar, sumergirse bajo el agua o desplazarse para salvarse, pero la realidad es que en incendios como los de la Amazonía de Brasil, “muchos animales van a morir por las llamas o por inhalar humo”, declaró a National Geographic. (I)