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Dirigencia republicana maniobra para evitar la victoria de Trump

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Los republicanos estadounidenses enfrentan un impredecible y complicado escenario en la Convención Nacional en julio en Cleveland. Allí deberán elegir al rival de los demócratas por la Casa Blanca en noviembre de 2016.

A medida que se acerca ese evento afloran comentarios de líderes históricos de la agrupación roja para impedir la posible victoria del empresario neoyorquino Donald Trump. El magnate es el que más delegados cosecha hasta ahora en la contienda.

Según el diario digital The Hill los delegados no comprometidos al foro pueden decidir la nominación o no del controvertido político si este no llega a Cleveland con los 1.237 votos necesarios para ser ungido automáticamente.

En ese sentido, gran parte de los delegados ya sienten presión cuando los líderes partidistas hablan de una convención que se diseña para impedir la nominación del showman neoyorquino. Si eso ocurriera se dejaría de lado el respaldo de los votantes en las primarias.

Hasta ahora las normas fijan que los delegados ganados en las primarias están obligados a votar por el aspirante, al menos en la primera vuelta de votaciones. De no resultar eso, algo posible si Trump no alcanza el número mágico, se abre un proceso en el cual no necesariamente el voto iría hacia él, el senador Ted Cruz (Texas) o el gobernador de Ohio, John Kasich, los otros dos aspirantes aún en la liza.

Según estimaciones, Trump todavía tiene posibilidades de llegar a la convención con los delegados necesarios y evitar una convención caótica e impugnada por sus partidarios. De no ser así tanto Cruz como Kasich pueden obtener un respaldo que pare al magnate, aunque en una votación posterior o en otras más, difícilmente alguno de los tres salga al frente, lo que abriría la boleta a figuras como el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, o el excandidato en 2012 Mitt Romney. También fue postulado en ese escenario el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, pero este ya descartó esa posibilidad por el temor de dividir el partido.

Consciente de esa jugada, Trump alertó sobre estas maniobras y apuntó que si se queda por debajo en 20 o 100 delegados, el Partido debería nominarlo. Y advirtió sobre la reacción de sus millones de seguidores, incluso dijo que podrían suscitarse actos de violencia.  

En la actualidad hay cerca de 200 delegados no comprometidos que pueden inclinar la balanza o evitar que otras figuras puedan emerger como alternativas.  

Curly Haugland, un delegado no comprometido de Dakota del Norte, en declaraciones a NBC complicó más el problema al afirmar que son los delegados los que deciden el nominado y no los electores populares de las primarias.

La situación es más compleja aún cuando es posible que los delegados antes de la selección cambien las reglas partidistas para estos eventos y creen un patrón que les permita votar libremente sin tener en cuenta el resultado de las primarias.

Haugland señala que defiende el derecho de los miembros del partido para elegir al candidato, en lugar de la entrega de esa responsabilidad a los votantes en las primarias abiertas en las cuales cualquiera puede participar, según dijo.  

Mientras Trump estima que estas maniobras son injustas, dado que el número de republicanos que optó por la nominación, 17, hace muy difícil llegar a Cleveland con los delegados necesarios. Sin embargo, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, defendió el proceso y afirmó que la pluralidad es una minoría y una minoría no elige para la mayoría, con lo que anticipa que si el neoyorquino no llega con los delegados necesarios no saldrá por la puerta ancha.

Este escenario impredecible muestra la crisis que sufre el Partido Republicano. Así lo considera el analista de CNN y de nacionalidad ecuatoriana, Roberto Izurieta. Él está seguro de que Trump será el aspirante de los conservadores.

“Los republicanos han cosechado en esta elección lo que han venido sembrando los últimos seis años, cuando se entusiasmaron por el gran triunfo de Sarah Palin y su Partido del Té, que ganaron las dos cámaras legislativas en 2010. Fox News (la cadena conservadora), y la dirigencia del Partido Republicano celebraron este proceso y le dieron rienda suelta a una tendencia política radical y de poco contenido para que luego de seis años, un máster de la comunicación, una celebridad de la televisión, lleno de clichés les robe el show, el partido y la elección”, indica Izurieta.

Y agrega que “el debate político en Estados Unidos ha disminuido a su nivel más bajo gracias a Sarah Palin, Fox News y ahora Trump. Los republicanos moderados son víctimas de sus propias acciones y decisiones políticas de los últimos seis años. Están cosechando lo que han sembrado por querer destruir a Barack Obama y al Obamacare”. (I)   

Sanders gana en 3 estados e inyecta presión a Clinton

El senador Bernie Sanders consiguió el sábado importantes victorias en los caucus del partido Demócrata en los estados de Washington, Alaska y Hawái. Esos resultados le permiten seguir en la contienda e imprimir presión sobre la favorita, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.

Ayer, las cadenas de televisión dieron por ganador a Sanders en Washington con el 72,1% de los votos contra el 27,7% que alcanzó Clinton. Y en Alaska, el senador de Vermont obtuvo el 79,2%, aunque este último territorio solo aporta 16 delegados para la convención partidaria en la que se decidirá el candidato demócrata a las elecciones presidenciales.

Según NBC News y otros medios, Sanders obtendría el 71% de los votos en el caucus de Hawái (25 delegados), contra el 29% logrado por Clinton.

En particular, la victoria en Washington era considerada esencial por el comité de campaña de Sanders, porque otorga mayor número de delegados (101) a la convención partidaria y el senador necesita reducir la desventaja que lo separa de Clinton en este rubro.

Gracias a las tres victorias consecutivas del sábado, Sanders se mantiene en la carrera aunque sigue claramente distanciado por Clinton.

Hasta el sábado, la exprimera dama contaba con el voto de 1.711 delegados, incluyendo en esa cuenta a los “superdelegados”, que son funcionarios partidarios y legisladores que tienen asegurado su derecho a votar en la convención. En comparación, Sanders era apoyado por 952 delegados, según una estimación de la red CNN.

Según Sanders era previsible que su campaña tuviera “momentos difíciles políticamente en los estados del sur del país. Se trata de una región muy conservadora”.

Sin embargo, “sabíamos que las cosas cambiarían una vez que la campaña se moviera hacia los estados del oeste del país”, expresó.

Como el partido Demócrata distribuye sus delegados en forma proporcional, Sanders precisaba vencer en primarias por un enorme margen para reducir su desventaja, ya que aún en la derrota, Clinton sigue sumando delegados para la convención partidaria, que se celebrará a fines de julio en Filadelfia para decidir
el candidato a la presidencia del país en noviembre.  

Sanders protagonizó un momento casi mágico el viernes cuando un pájaro bajó sobre el escenario y se instaló sobre el atril, junto al micrófono que usaba para dirigirse a la multitud.

El senador interrumpió su discurso unos instantes mientras la multitud estallaba en una ovación. “Creo que debe de haber algún simbolismo en esto”, comentó.

El candidato, quien plantea una revolución política en Estados Unidos, citó encuestas que lo señalan como holgado ganador si compite contra Donald Trump. (I)  

Datos

El grupo demográfico específico en que Donald Trump obtiene su mayor apoyo es de republicanos que no han llegado más allá de la educación secundaria, tanto en el noreste (47% en New Hampshire) como en el sur (56% en Mississippi).     

Esto no significa que Trump no reciba apoyo de graduados universitarios, pero pese a obtener un respaldo mayoritario en este grupo, los apoyos se dividen en forma más equilibrada con otros candidatos.

Como el Partido Republicano es esencialmente un partido de ciudadanos blancos, la base de apoyo más importante para el millonario está entre electores blancos sin diplomar, ya que casi la mitad de ellos ha votado por Trump hasta ahora. Ellos aspiran a que el magnate restaure el equilibrio económico que supuestamente ha desaparecido.

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