Diputada opositora admite financiamiento para marchas anti Evo
Bolivia.-
El líder de la bancada del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Diputados, Roberto Rojas, alertó el viernes sobre una conspiración e intento de golpe de Estado en Bolivia por parte de la oposición.
Rojas culpó de orquestar una conjura contra el presidente Evo Morales al Movimiento Sin Miedo (MSM) y a Unidad Nacional (UN), cuyos intereses, aseguró, se encuentran detrás de las marchas, las huelgas y las protestas de los últimos días.
El diputado informó de un análisis realizado por la bancada del MAS sobre la situación actual y enfatizó que en la novena marcha convocada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, las movilizaciones de la Central Obrera y el paro médico forman parte de un complot.
Según Rojas, "son conspiraciones de parte del MSM y UN, partidos de la derecha que quieren hacer un golpe de Estado a nuestro Gobierno, al presidente Evo Morales".
Recordó las declaraciones de la diputada del MSM, Marcela Revollo, quien admitió el financiamiento de su partido a la novena marcha, cuya consigna es la supuesta protección del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure.
Revollo, según las autoridades bolivianas, reclamó protagonismo en el financiamiento de la referida caminata de protesta, lo cual corrobora al parecer una grabación en la que solicitaba, de manera clandestina, números de cuentas bancarias para realizar depósitos.
El representante de la bancada del MAS fue crítico también ante declaraciones recientes del líder de UN, Samuel Doria, quien sugirió "colgar" al presidente Evo Morales, tal como se hizo con el ex mandatario Gualberto Villarroel (1944-1946).
Doria "ha hecho una declaración referida a que quieren colgar al Presidente igual que a Villarroel, incluso ha mencionado que algunos dirigentes de la ciudad de El Alto estarían pensando en colgar al Presidente. Eso es una conspiración", insistió Rojas.
Por otra parte, el parlamentario del MAS recordó que el pliego petitorio de la Central Obrera Boliviana no coincide con la realidad del país, al insistir en un incremento salarial de hasta ocho mil bolivianos, unos mil 300 dólares.