Los últimos diplomáticos iraníes que quedaban en el Reino Unido recogieron este viernes sus pertenencias de la embajada de Irán en Londres y se marcharon.

Dieron así cumplimiento al plazo de 48 horas impuesto el miércoles por el Gobierno británico, tras el ataque por parte de estudiantes islamistas a su legación diplomática en Teherán.

Uno a uno los trabajadores cargaron sus cosas en vehículos parqueados frente a la embajada, mientras un pequeño grupo de manifestantes protestaba contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad.

Además de la expulsión de los diplomáticos iraníes, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, ordenó el cierre de la embajada en la capital británica.

También se cerró la embajada de Londres en Teherán y la evacuación de todo el personal diplomático.

La tensión entre ambos países ha ido aumentando desde que el pasado 21 de noviembre el Ejecutivo de Londres decidiese suspender todas las transacciones financieras con los bancos de Irán por su programa nuclear, del que sospecha una finalidad militar.

Ayer, la Unión Europea (UE) endureció las sanciones al régimen de Teherán.