Manuel Jonás Larrazábal, hermano del alcalde de la ciudad mexicana de Monterrey y quien apareció en unos vídeos recibiendo fajos de billetes en al menos tres casinos, fue detenido luego de que la Procuraduría de Justicia del estado de Nuevo León encontrara "elementos de delito".

La noche del jueves Manuel Jonás Larrazábal, hermano del alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, rindió declaración durante varias horas ante las autoridades y, tras la diligencia, fue trasladado a una casa de arraigo, como se conoce al centro donde permanecerá hasta que la fiscalía presenten pruebas contra él y opte por presentarlo ante un juez o dejarlo libre.

Esta semana el diario Reforma difundió imágenes tomadas en mayo pasado de Manuel Jonás Larrazábal en el casino "Red" de Monterrey, donde recibía dinero de otras personas, explicaron hoy a Efe fuentes del Consejo de Seguridad estatal.

La defensa de Manuel Jonás Larrazábal argumenta que su cliente recibió el dinero por presuntos negocios de venta de "quesos y mezcal" de Oaxaca, a personas ligadas a casinos en Monterrey.

El caso del hermano del alcalde Larrazábal se ha convertido en un escándalo después de que el pasado 25 de agosto sujetos armados prendieran fuego al Casino Royale de Monterrey, un ataque en el que murieron 52 personas, la mayoría de ellas asfixiadas.

El fuego fue provocado por presuntos sicarios al servicio de Los Zetas, que al parecer lanzaron su acción criminal en venganza por una extorsión que no pudieron cobrar.

Hasta el momento el alcalde Fernando Larrazábal, del Partido Acción Nacional (PAN), ha rechazado cualquier tipo de vinculación con el escándalo que afecta a su hermano y ha descartado dimitir.

Con relación al caso suman de momento seis los detenidos por el ataque al Casino Royale, cinco de ellos sicarios, y según las autoridades faltan otros seis más por capturar, así como los autores intelectuales del atentado.

Los propietarios de algunos casinos de Nuevo León se han quejado de que son víctimas de extorsiones del crimen organizado y también de las autoridades, que los amenazan con cerrar sus establecimientos.

Varios casinos de Monterrey y del vecino estado de Coahuila, han sido atacados por delincuentes en los últimos meses, en algunos casos con armas de fuego y en otras ocasiones con granadas.