Destino de Kuczynski en manos del Congreso de Perú, por Odebrecht
El Congreso de Perú puede iniciar este viernes un proceso para destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski, acusado de recibir pagos de la empresa brasileña Odebrecht, trámite que cuenta con amplio apoyo y que se resolvería rápidamente.
El Poder Legislativo, que se declaró en sesión permanente, tiene programada una plenaria para las 10H30 locales (15H30 GMT). En ella, según han adelantado diversas fuerzas políticas, se espera la presentación de un pedido de "vacancia presidencial".
El jueves, la oposición, que controla el Parlamento, le dio un ultimátum a Kuczynski, tras conocerse de los pagos que Odebrecht hizo por asesorías a firmas ligadas a él cuando era ministro. Le dijo que si no renunciaba inmediatamente, lo sacarían del cargo.
"No voy a abdicar ni a mi honor, ni a mis valores ni a mis responsabilidades como presidente", respondió el mandatario, un exbanquero de Wall Street de 79 años, en un discurso a la nación el jueves en la noche.
Aseguró que acudirá a una comisión investigadora del Congreso y colaborará con la Fiscalía. También pidió que se le levante el secreto bancario "para que revisen todo lo que quieran".
"No me voy a dejar amedrentar", aseguró el presidente, que comenzó su mandato de cinco años en julio de 2016.
El Congreso tiene como opción, según la ley, pedir la vacancia del presidente por incapacidad moral.
Tras negar repetidas veces cualquier vínculo con Odebrecht, el último martes, la propia compañía envuelta en pago de sobornos en América Latina, reveló que abonó casi cinco millones de dólares por asesoramiento a firmas vinculadas al mandatario entre 2004 y 2013.
Del total pagado, $ 782.000 fueron a Westfield Capital, firma de Kuczynski, cuando se desempeñaba como ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Otros 4,05 millones fueron para First Capital, empresa de un exsocio.
Con documentos en mano, el jefe de Estado rechazó tener relación directa con First Capital, aunque admitió que sí hizo una asesoría con ellos para un proyecto de Odebrecht, pero en condiciones legales.
Respecto a Westfield Capital, que es de su propiedad, "nunca ha estado a cargo de la gestión ni administración de la empresa cuando he ocupado un cargo público".
En ambas compañías, los contratos fueron gestionados por su exsocio, el chileno Gerardo Sepúlveda, quien estuvo en el palco de honor del Parlamento cuando Kuczynski asumió la presidencia. Las asesorías ficticias han sido uno de los mecanismos de la empresa Odebrecht para realizar pagos irregulares.
Dos de sus consultorías están relacionadas con la carretera interoceánica, por cuya concesión Odebrecht dice que sobornó con $ 20 millones al expresidente Alejandro Toledo.
"Pareciera una repetición de la historia que hemos escuchado en los últimos días. Sí, era mi empresa unipersonal, en la que soy el único dueño, pero no sé nada de los contratos", dijo la legisladora Rosa Bartra, quien preside la comisión del Congreso que investiga el caso "Lava Jato" en Perú.
Kuczynski ha dicho que se reunirá con la comisión el 22 de diciembre. Un día antes, la Fiscalía lo ha citado para recabar su testimonio por el mismo caso. Pero nadie sabe si llegará a ese día como presidente.
Según Daniel Salaverry, portavoz de la opositora Fuerza Popular, la mayor fuerza política de Perú, "la permanencia de Kuczynski en la presidencia es insostenible".
Para destituir el presidente se requiere primero la presentación de una solicitud ante el Pleno por al menos 26 legisladores, de un total de 130.
Su admisión a debate requiere de 52 votos. Si se aprueba, el mandatario es citado para defenderse en la plenaria. Para la estocada final deben votar a favor 87 legisladores.
En sumatoria, la oposición cuenta con los votos, empezando por el derechista Fuerza Popular, que controla el Congreso con 71 escaños.
Los izquierdistas Frente Amplio (10) y Nuevo Perú (10), además del Apra (5) y Alianza Para el Progreso (9), también han adelantado apoyo.
Si Kuczynski pierde el cargo, el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, tomaría el mando. Si él renuncia, lo reemplaza la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz, actual jefa del Consejo de Ministros.
Kuczynski es el tercer gobernante peruano en problemas por el caso Odebrecht.
Ollanta Humala (2011-2016) está en prisión preventiva acusado de recibir tres millones de dólares de Odebrecht para su campaña política, mientras que sobre Toledo pesa una orden de extradición desde Estados Unidos. (I)