Despidos masivos de periodistas por cierre de medios en Argentina
Néstor Espósito carga una mochila pesada. En los últimos dos años y medio, desde la asunción del presidente Mauricio Macri, este experimentado periodista perdió cinco trabajos. Su caso resume el calvario que atraviesan cientos de hombres y mujeres de la prensa en Argentina tras el cierre de varios medios de comunicación o despidos masivos en reconocidas empresas periodísticas.
Espósito se desempeñaba como redactor de Judiciales en el diario Tiempo Argentino y en la agencia Diarios y Noticias (DyN) y como columnista en Radio del Plata y 360 TV. En los últimos tiempos se había sumado a un programa diario de América TV.
Primero cerró Tiempo Argentino, un diario surgido a base de publicidad oficial durante el “kirchnerismo”. 360 TV lo despidió. Y el golpe de “knock out” llegó a fines del año pasado con el cierre de DyN, una agencia de noticias creada en 1982 por los tradicionales diarios Clarín y La Nación, con otros medios del interior del país. Cien periodistas perdieron el trabajo.
Espósito se refugió entonces en su programa de Radio del Plata, pero lo despidieron junto a más de 50 colegas.
En América TV redujeron su participación a una vez a la semana. “Ves que cualquier esfuerzo es mínimo e insignificante y la tragedia es inevitable”, dice Espósito a EL TELÉGRAFO.
Fernando Lorenzo, prosecretario gremial de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), estima que “en general en el país hubo entre 1.500 y 3.000 periodistas despedidos. La situación es complicada. La crisis económica afecta a los medios de comunicación, en especial a los medianos y chicos”, dice Lorenzo a este diario.
Primero cerraron los medios nacidos durante el “kirchnerismo” a base de una fuerte publicidad oficial para apuntalar la gestión y aquellos con más trayectoria que quedaron en manos de empresarios que se codearon con el poder de turno sin ser del medio, como ocurrió con Radio América (cerrada) y ahora Radio del Plata.
Pero después se sumaron otros medios tradicionales empujados por la crisis o sus propios intereses, como ocurrió con DyN. “Radio Rivadavia, una de las más tradicionales emisoras del país, está en quiebra y pidieron su liquidación. Hay problemas en radio El Mundo y en Rock and Pop/Splendid”, afirma Lorenzo.
Cuando se pensaba que nada podría ser peor, el gobierno anunció una fuerte depuración en la agencia de noticias estatal Télam (Teledifusora Latinoamericana), una de las más grandes en el mundo hispano.
Para el gobierno, Télam fue cooptada durante en el último gobierno por militantes de la Cámpora, ala juvenil del “kirchnerismo”. Por ello, 357 empleados fueron despedidos, de un total de 878, en el marco de un severo ajuste en el Estado.
El titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, asegura que con la medida “ganó el periodismo” porque de ahora en más Télam “podrá desplegar, sin presiones ni chantajes, su noble oficio” con “información objetiva, veraz e independiente”.
Pero numerosos trabajadores despedidos tenían entre 20 y 25 años de antigüedad. “Es grave que el gobierno base el desguace en el sesgo ideológico”, dice uno de los delegados de Télam, Daniel Segal. Su compañero Mariano Suárez afirma: “nos dicen que nos despiden por pensar diferente, es un gigantesco proceso de desfinanciamiento para ejemplificar en los medios públicos”.
Desde los gremios acusan al gobierno de beneficiar a los grupos más poderosos. Macri, al poco tiempo de asumir, modificó la Ley de Medios del “kirchnerismo” y dejó sin efecto el punto que obligaba a Clarín a dividirse en cinco empresas.
Y aprobó la fusión entre Telecom y Cablevisión (empresa insignia del grupo) que dará lugar a la primera prestadora de “cuádruple play” (que combina servicios y contenidos audiovisuales de telefonía fija, banda ancha y televisión y la oferta de servicios móviles).
Lorenzo afirma que “esto es una avanzada. El oligopolio (en referencia al Grupo Clarín) se hace más fuerte y se concentra la comunicación en pocos medios”.
En la vereda de enfrente, en el Día del Periodista, el 7 de junio, el profesor de Periodismo de la Universidad Austral Fernando Ruiz escribió en el diario Clarín: “el cambio de gobierno de 2015 fue un cambio de régimen, en especial en el periodismo, cuando salimos de un corset político asfixiante. Espósito, en tanto, busca trabajo como cientos de sus colegas. (I)