Publicidad
Desaparición de estudiantes es una "prueba" para el Estado mexicano, admite Peña Nieto
El presidente Enrique Peña Nieto reconoció este miércoles que la desaparición de 43 estudiantes atacados hace casi tres semanas por policías y narcotraficantes representa una "prueba" para el Estado mexicano.
"Estos lamentables hechos son un momento de prueba para las instituciones y la sociedad mexicana en su conjunto", dijo Peña Nieto durante un discurso pronunciado con motivo del 61 aniversario del voto femenino en México.
Dirigiéndose a las madres de los estudiantes desaparecidos, el mandatario reiteró que "no habrá impunidad" para los responsables del crimen.
"Tengan la seguridad que las dependencias del gobierno de la República están trabajando para localizarlos", subrayó Peña Nieto, que ha desplegado a unos 900 policías, militares e investigadores en la zona.
Los estudiantes desaparecieron la noche del 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero (sur), después de ser baleados por policías locales y narcotraficantes del cartel Guerreros Unidos cuando se transportaban en autobuses, que habían tomado para regresar a su escuela rural de la cercana Ayotzinapa. Esa noche seis personas murieron en los ataques.
Varias fosas clandestinas han sido encontradas desde entonces en Iguala, situada a solo 200 km de la capital mexicana.
En las primeras cinco fosas halladas el 4 de octubre fueron desenterrados 28 cadáveres calcinados pero, tras 10 días de peritajes, la fiscalía anunció el martes que esos restos no corresponden a los estudiantes.
Otras fosas han sido encontradas en días posteriores en esa misma localidad con un número aún no determinado de cuerpos que son analizados.
Iguala forma parte de una convulsa subregión llamada Tierra Caliente, y es una zona disputada por varios cárteles del narcotráfico, entre ellos el de Guerreros Unidos, que trafican marihuana y amapola a Estados Unidos.