Decomisan 3 toneladas de marihuana en la mayor favela de Río de Janeiro
Un operativo de la Policía brasileña contra la organización que controla el tráfico de drogas en la Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, permitió el decomiso de tres toneladas de marihuana, el cierre de una fábrica de vídeos piratas y de un depósito de cargas robadas, según informaron fuentes oficiales.
En la operación, en la que participaron cerca de 200 agentes de la Policía Civil de Río de Janeiro, fueron detenidas 11 de las 30 personas contra las que habían sido dictadas órdenes de arresto por sus vínculos con la organización criminal que controla la Rocinha.
"Fue una operación puntual en la que, sin ningún disparo ni ningún enfrentamiento, realizamos búsquedas en blancos específicos para intentar detener a personas ya identificadas", afirmó la jefe de la Policía Civil, comisaria Martha Rocha, al hacer un balance de las acciones.
Además del hallazgo del depósito en que los narcotraficantes almacenaban las tres toneladas de marihuana, del depósito de electrodomésticos robados y de la fábrica clandestina en la que fueron decomisados 15.000 vídeos digitales, la policía desmontó dos centrales clandestinas de distribución de televisión por suscripción y se incautó de 42 vehículos usados por la organización criminal.
Según Rocha, la operación fue resultado de cerca de seis meses de investigaciones de agentes infiltrados en la Rocinha, que se dedicaron a identificar a los miembros de la organización criminal que impone su ley en esta barriada en la que viven cerca de 60.000 personas.
La Rocinha, ubicada en un sector estratégico para el narcotráfico en Río de Janeiro por su proximidad con los elegantes barrios de la zona sur de donde proceden los consumidores de mayor poder adquisitivo, se ha convertido en uno de los principales fortines del narcotráfico tras las operaciones del año pasado que desmantelaron las organizaciones que actuaban en el Complexo do Alemao.
Las quince favelas que forman parte del Complexo do Alemao fueron ocupadas el 28 de noviembre pasado por la policía en una operación que tuvo amplia repercusión mundial y que contó con el apoyo de soldados, blindados y helicópteros de las fuerzas armadas.
En este conjunto de barriadas, en las que durante tres décadas se refugiaron los principales jefes de la mayor banda criminal de Río de Janeiro, aún permanecen cerca de 2.000 soldados mientras el Gobierno regional prepara a los policías que las ocuparán permanentemente.