Cumbre árabe termina con divisiones respecto a Siria
Líderes árabes llamaron ayer a una solución política en Siria y rechazaron cualquier intervención extranjera en la crisis, pero el aparente consenso diplomático dejó traslucir hondas divergencias en las acciones prácticas hacia Damasco.
Al concluir la 23 cumbre ordinaria de la Liga Árabe (LA), el hecho de que solo asistieron 10 de los 21 jefes de Estado convocados, y la exclusión deliberada de Siria, evidenciaron una polarización de posturas, sobre todo por el apoyo de países del Golfo Pérsico a la oposición.
La Declaración de Bagdad y resoluciones adoptadas por los mandatarios expresaron el deseo de que se ejecute de inmediato el plan de seis puntos propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, el cual ya aceptó el presidente Bashar al Asad.
Esos documentos, sin embargo, ratificaron la validez de todas las resoluciones adoptadas por la organización panárabe respecto al contencioso sirio, la mayoría alineada con las presiones y sanciones de potencias occidentales.
Antes de que termine la cumbre, Siria, que acogió el plan del enviado de la ONU, Kofi Annan, advirtió ayer, sin embargo, que rechazará cualquier iniciativa que proponga o adopte en su ausencia la Liga Árabe.