El presidente de Cuba, Raúl Castro, encabezó ayer  el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, pero no pronunció discurso alguno en una emblemática efeméride revolucionaria marcada de nuevo por los retos económicos que exige la “actualización” del modelo socialista.

Castro asistió a la Plaza Máximo Gómez de la ciudad de Ciego de Ávila (430 kilómetros al este de La Habana) vestido de guayabera blanca y dispuesto a entregar diplomas a las provincias destacadas por sus logros económicos, pero, al igual que en 2010, delegó en su vicepresidente José Ramón Machado Ventura la intervención principal del acto.

Así, Machado Ventura resaltó  la unidad política  que existe en el pueblo cubano para preservar el socialismo y actualizar su modelo económico, y además  hizo el resumen del acto central por el aniversario número 58 del asalto al Cuartel Moncada.

En su discurso, el vicepresidente  afirmó que la batalla actual tiene un frente decisivo en el combate cotidiano y sin tregua contra los propios errores y deficiencias para lograr el despliegue de la economía nacional.  “Contamos con lo básico para ello que es un pueblo dispuesto y los recursos imprescindibles en medio de las limitaciones materiales y la adversa situación internacional”, manifestó el funcionario cubano. PL/EFE