El presidente Barack Obama instó al Congreso a levantar el embargo económico sobre la isla
Cuba pide a Estados Unidos revisar política de ‘pies secos-pies mojados” (Galería)
Washington DC.-
Las primeras conversaciones de alto nivel en décadas entre Estados Unidos y Cuba comenzaron ayer en La Habana con el fin de abordar asuntos migratorios y preparar la normalización de relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas tras medio siglo de tensión.
El diálogo se inició tras el llamado del presidente estadounidense, Barack Obama, al Congreso, durante su discurso del Estado de la Unión, para que ponga fin este año al embargo a Cuba. “Cuando lo que se ha hecho por más de 50 años no funciona, es tiempo de tratar algo nuevo”, dijo el mandatario que destinó 10 minutos de su intervención a la política internacional, y de estos 5 a tratar el tema cubano.
Lo cierto es que esta primera conversación histórica se enfocó en abordar al menos 4 temas, en un marco llamado “migración legal, segura y ordenada”. Esto abarca la seguridad de los vuelos comerciales entre Miami y La Habana, eliminación de políticas migratorias que atentan contra las personas, el control conjunto de pasaportes fraudulentos y el contrabando de personas.
El subdirector de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Gustavo Machín, afirmó que el Gobierno cubano expresó a Estados Unidos su preocupación por su política migratoria con la isla, en concreto por la permanencia de la Ley de Ajuste y la norma “pies secos-pies mojados”.
Machín señaló que la parte cubana opina que esas políticas constituyen el principal estímulo para la emigración ilegal desde la isla hacia Estados Unidos. La ley está vigente desde 1996 y beneficia a los cubanos que pisen territorio de Estados Unidos. En diciembre, 507 emigrantes cubanos ilegales fueron interceptados en el mar o llegaron a las costas de Estados Unidos, más del doble que en diciembre de 2013, según la Guardia Costera estadounidense, por el temor a que la Ley de Ajuste sea derogada.
Cuba también mostró su rechazo por la política establecida en 2006 por el expresidente George W. Bush de otorgar residencia en Estados Unidos a los profesionales y técnicos cubanos de la salud que abandonen su misión en terceros países, publicó el diario oficial Granma.
Machín es el número 2 de la delegación cubana, encabezada por la directora para Estados Unidos del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal. Al frente de la delegación estadounidense está el subsecretario adjunto para Latinoamérica del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.
Ambas partes abordarán hoy el restablecimiento de relaciones diplomática y económicas, con la participación de la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, Roberta Jacobson, el funcionario estadounidense de mayor rango que visita la isla desde 1980.
Los diálogos de hoy jueves son los más complicados, según la prensa internacional puesto que la restauración de las relaciones diplomáticas dependerán de cuán rápido pueda el Gobierno cubano conciliar los pedidos de EE.UU. Alguno de estos ‘pedidos’ incluye levantar las restricciones del número de diplomáticos aceptados en Cuba y suavizar las medidas de cargamentos que llegan desde Estados Unidos.
Las reuniones a puertas cerradas, que se desarrolla en el Palacio de Convenciones de La Habana, comenzaron 5 semanas después de la histórica reconciliación anunciada por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. “Nuestro cambio de política hacia Cuba tiene el potencial para terminar con un legado de desconfianza en nuestro hemisferio”, dijo el martes Obama al tiempo que instó al Congreso que empiece a trabajar este año para levantar el embargo económico a la isla, vigente desde 1962.
Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos pide el fin del embargo en un discurso del Estado de la Unión, explicó la periodista de la BBC, Barbara Plett.
No todos están contentos con las palabras de Obama. Una de las primeras reacciones llegó de la organización opositora Foro Antitotalitario que, en un comunicado, cargó contra el presidente estadounidense.
“Obama ha cambiado de un modo engañoso, unilateral e inconsulto sus posiciones respecto al logro de la libertad y democracia en Cuba”, indica el texto en el que piden al Congreso de Estados Unidos “imposibilitar por todas las vías posibles la concreción del restablecimiento de relaciones diplomáticas” entre ambos países. La congresista republicana de Florida, Ileana Ros Lehtinen, también se mostró contraria a la solicitud del presidente.
El embargo, por ser una ley, solo puede ser retirado en su totalidad por una decisión en el Capitolio, donde hay un grupo de férreos defensores de esta medida histórica.
En particular, dos pesos pesados en el Senado que defienden el embargo son el demócrata Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y el republicano Marco Rubio, de Florida.
Pero la oposición al embargo es creciente en la sociedad estadounidense. Las encuestas reflejan que incluso la mayoría de los cubanoestadounidenses quiere su fin.
Más de la mitad (52%) quiere el fin del embargo, según una encuesta del año pasado de la Universidad Internacional de Florida. En 1991, el apoyo al embargo era 87%.
También un coro creciente de empresarios estadounidenses está haciendo lobby en la Casa Blanca y el Congreso para terminar las restricciones que Estados Unidos comenzó a imponer en 1961 para intentar debilitar el gobierno de Fidel Castro.
DATOS
Un levantamiento total del embargo beneficiaría a la mayoría de las empresas agrícolas de EE.UU. que ya comercia sus productos con Cuba.
Varias empresas, como la multinacional Cargill, tienen relaciones con la isla por un acta de comercio firmada en 2000, que les permite vender productos de primera necesidad, como maíz y soya.
El sector del turismo es otra industria que ve favorable la reanudación de las relaciones comerciales con Cuba. Por ejemplo, el gerente de la cadena Marriott ya inició una exploración para instalar un hotel en la isla.
Una de las resoluciones, adoptadas por EE.UU., es permitir que los turistas norteamericanos puedan llevar hasta $ 100 en compras de tabaco y alcohol desde Cuba. Mientras que el total de bienes que ingresen a EE.UU. desde la isla podrá ser de $ 400.