El Gobierno de Cuba puso fin ayer  al proceso de excarcelación de todos los opositores del Grupo de los 75 iniciado en julio pasado, al liberar a los dos últimos miembros de ese colectivo y sellar su pacto con la Iglesia  cubana y España.

La esperada liberación de José Ferrer y Félix Navarro, ambos condenados a 25 años durante la oleada represiva de la “Primavera Negra” de 2003, cerró ayer  el “goteo” de excarcelaciones abierto por el Gobierno de Raúl Castro en julio de 2010, con la mediación de la Iglesia y el apoyo de España.

Las autoridades  se comprometieron a liberar  a los 52 miembros del Grupo de los 75 que quedaban en prisión en aquel momento, y casi 9 meses después el proceso ha terminado con 40 de esos disidentes en el exilio, la mayoría en España, mientras que 12  están en la isla con licencia extra penal.

La oposición cubana aplaudió ayer  la liberación de los últimos dos presos políticos de 75 disidentes arrestados en 2003, pero pidió al gobierno que excarcele a otros opositores y deje de “criminalizar”  la lucha por los derechos humanos.

“Llegó el día, ya todos están liberados (...) se ha dado un paso importante que permite proseguir la lucha por ese futuro que queremos para todos los cubanos, sin exclusiones”, declaró  Óscar Espinosa, parte de los 75, liberado en 2004 por razones de salud.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, expresó también su complacencia por  las últimas liberaciones de presos políticos en Cuba y emplazó a La Habana a “continuar el proceso” de excarcelaciones y a hacer progresos hacia el pleno respeto de los derechos humanos en la isla. EFE/AFP