Cuba acusa a EE.UU. de incitar subversión
Cuba denunció los nexos entre organizaciones políticas europeas de derecha y agencias especiales del Gobierno de Estados Unidos para promover nuevas acciones subversivas en la isla.
Asimismo, criticó que políticos de derecha y medios de prensa internacionales utilizaran un accidente de tránsito ocurrido el pasado 22 de julio, en el que fallecieron dos ciudadanos cubanos, como nuevo pretexto para condenar a este país.
La televisión cubana transmitió anoche en el horario estelar entrevistas a los ciudadanos europeos Ángel Carromero (España) y Jens Aron Modig (Suecia), quienes iban en el auto en el cual fallecieron Harold Cepero y Oswaldo Payá, miembros del ilegal Movimiento Cristiano Liberación.
Carromero, dirigente juvenil del Partido Popular español, negó las versiones de que un vehículo los impactara por la parte trasera al momento del accidente y solicitó a la opinión pública internacional no utilizar el hecho con fines políticos.
Simplemente iba conduciendo, me percaté de un bache y tomé las precauciones de cualquier automovilista de accionar el freno, pero perdí el control y no recuerdo haber visto señales, explicó.
A pesar de las declaraciones de los implicados, el material refirió la publicación de más de 900 informaciones y 120 mil mensajes sobre el hecho en los medios de prensa y las redes sociales, mientras políticos de derecha responsabilizaron al Gobierno de la isla con lo ocurrido.
Tras este suceso, por ejemplo, la Oficina de Prensa de la Casa Blanca expresó sus intenciones de apoyar a la subversión interna en Cuba, a la vez que el candidato presidencial estadounidense, Mitt Romney, dudó de la investigación de las autoridades cubanas, comentó el locutor.
Por su parte Modig admitió que los objetivos de la visita a la isla eran reunirse con Payá y con miembros de la organización ilegal dirigida por él, así como entregarle una suma de dinero para sus actividades.
El líder juvenil del Partido Demócrata Cristiano de Suecia aseguró haber realizado el viaje a Cuba con instrucciones del departamento internacional de esa organización política.
Según reveló el material, ese partido acoge a grupos como el Fondo para los presos políticos, el cual subvenciona la contrarrevolución interna y se vincula, además, con una organización no gubernamental checa dedicada a realizar eventos anticubanos.
Esta y otras agrupaciones, apuntó, reciben financiamiento del Fondo Nacional para la Democracia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con el fin de promover nuevas formas de subversión, ya no solo ejecutadas por el núcleo anticubano radicado en Miami.
Entre los creadores de la estrategia está el Instituto Republicano Internacional (IRI), uno de los llamados tanques pensantes del Gobierno norteamericano, cuyos planes eran conocidos por Modig, quien pocas semanas antes de su viaje a Cuba asistió a una conferencia internacional de ese centro.
El IRI desempeña un activo papel en el diseño de los procedimientos de subversión y su intención es hacer llegar medios tecnológicos a la contrarrevolución a través de emisarios extranjeros, para lo cual involucra a organizaciones políticas de varios países.
Solo entre el 2009 y el 2012 el Departamento de Estado y la USAID han recibido un presupuesto público de 75 millones de dólares para programas subversivos contra Cuba, denunció el material.