Cuatro manifestantes que participaban en una marcha contra el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, murieron ayer por disparos de las fuerzas leales al régimen en Saná, en el Medio Oriente, informaron activistas y fuentes médicas.    

Las fuentes médicas aseguraron que las cuatro personas fueron asesinadas por disparos hechos con fuego real y pelotas de goma en un puesto de control en el barrio de Dar Salem, en el sur de la capital.

Agentes antidisturbios trataron de impedir que miles de manifestantes, que arribaron a Saná tras cinco días de marcha desde el sur del país, llegasen al palacio presidencial donde reside Saleh.   

Por su parte, el militante de derechos humanos y abogado Abdelrahman Gurman aseguró que entre los muertos hay una mujer y que las fuerzas del orden abrieron fuego contra los manifestantes tras haber utilizado previamente cañones de agua y gases lacrimógenos.

Como consecuencia de estas acciones, decenas de manifestantes resultaron heridos. Miles de personas llegaron ayer a Saná después de recorrer 257 kilómetros desde la ciudad de Taiz (sur) para pedir la ejecución del presidente de ese país.

Los opositores piden la caída del régimen a pesar de los primeros pasos dados por la oposición y el gobierno para poner fin a una crisis política y una espiral de violencia que ha afectado durante meses a Yemen, el país más pobre de la península Arábiga.